miércoles, 19 de marzo de 2014

SOR VIRTUDES de Tatiana Silkwood



Era una mujer como otra cualquiera, si no hubiera sido por sus virtudes como devota.  Iba a misa todos los domingos y su actitud sufrida le hacía parecer una víctima de las circunstancias. “La pobre”, decían cuando se marchaba de la tienda, tras contarle a la persona de detrás del mostrador todas sus penalidades… Iba para santa y probablemente la hubieran canonizado, de no haber cometido algunos evidentes fallos que, ella justificaba con el enorme padecimiento sufrido a lo largo de su historia.  Empezando por aquella triste infancia; aquella madre fría y hostil que la había puesto a trabajar como empleada doméstica; aquella madre que solo tenía sentimientos para su hija pequeña.  La vida era muy dura en ese entonces ¡pero nadie había sufrido como ella!.

Esa independencia temprana le dio la oportunidad de emanciparse, de irse a otro estado y de realizar la vida casándose y formando una familia.  Pero…, como las hijas se parecen a las madres…¡pobrecita!, seguía siendo una víctima de las hijas mayores, a las que había espantado con su conducta cruel y despótica para que se buscasen la vida.  ¡Menos mal que sus hijos pequeños la comprendían!


2 comentarios:

  1. Excelente retrato el de esta Sor Virtudes que, sin necesidad de adjetivación, se va dibujando a sí misma, a través de sus actos. Me gustó también la acidez teñida de ironía de la voz narrativa, que le aporta al relato cuerpo y regusto.

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  2. Tatiana me ha parecido muy interesante tu relato , me ha impactado de verdad y también como lo has contado. Felicidades. Alicia

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