jueves, 13 de marzo de 2014

APRENDIZAJE de Alicia Carmen


Ahora que Eleonor está postrada en su cama, pues es muy mayor, recuerda con nostalgia los consejos y advertencias que le señalaron el camino de su vida. 
A los doce años, una bienintencionada señora de su entorno familiar, le explicó:
-No se te olvide nunca que debes cuidarte de los hombres.  A ellos se les da el codo, pero no todo.
Años más tarde, tuvo que oír esta reprimenda –sin tener en cuenta que era su estreno como mamá.
-Por Dios, aprende a dar de mamar a tu hijo y a sostenerlo derecho.
Su maestra había hecho mucho énfasis en que la vida era una carrera de obstáculos y que si te tiran limones, debes hacer limonadas. Y una vecina también intervino –se creía muy sabia –y quiso transmitirle el secreto de su éxito en la vida.
-Trabaja como si no necesitaras dinero, ama como si nunca te hubieran herido y baila como si nadie te estuviera viendo.
Si bien es cierto que evocarlo le causa risa, no puede dejar de escapar unas lágrimas al recordar cuando un buen día, su amiguita Leyla se presentó en su casa con cara de circunstancias y le susurró:

-¿Sabes lo que leí en un libro de mi papá?  No te tomes la vida demasiado en serio, de todas maneras no saldrás viva de ella.  ¿Qué feo, verdad?




3 comentarios:

  1. Las lecciones de vida recibidas por Eleonor nos resultan familiares; a fin de cuentas todas las hemos recibido en mayor o en menor medida, pero tú has sabido reunirlas de una simpática manera, regalándonos además un final lleno de chispa.

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  2. Espectacular narración amiga mia. Muchos besos.

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    1. Me encanta tu estilo narrativo; mezclar en la coctelera de la vida:una buena porcion de sentido comun,un chorrito de realismo,rematado con esencia de elegancia y una buena medida de sesibilidad; mezclar muy bien.Servir en copa ancha con bordes escarchados de cereza.Un abrazo. Roberto.

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