jueves, 6 de marzo de 2014

¡BENDITAS FIESTAS! De Carmen Garcés



Llegan, como cada año, las fiestas decembrinas y la ciudad se viste de gala; luces y adornos multicolores adornan las calles, todo transmite ambiente festivo; incluso la gente se muestra diferente en estas fechas, la mayoría exhibe una alegría y entusiasmo propios de estos días. Podemos verlos peregrinando de tienda en tienda, comprando los tan deseados obsequios para amigos y familiares, artículos de decoración para las casas y ropa para esas fiestas especiales; otros, para cumplir con ese “compromiso” ineludible que, tanto “agrado” nos produce.
Entonces, llega el tan esperado día, -tan esperado por algunos y tan temido por otros- “la gran cena en familia”, ésa, de la que más de uno habríamos preferido que nos arrollara un tren y, así tener una excusa para no asistir. Ésa  en la que se juntan el “novio graciosillo” de la hermana pequeña; o “la cuñada quisquillosa”; o como no “la suegra métome en todo”; en fin, una variopinta diversidad de personajes familiares que hacen de esa noche, una...”noche diferente”, por definirla de alguna manera.
Y, si a pesar de  algún que otro reproche “encubierto”, alguna crítica “constructiva”, un consejo “bienintencionado” y algún que otro “desacuerdo familiar” que, por supuesto no suelen faltar; si aún así, hemos sobrevivido a la cena, aún nos queda el esperado intercambio de obsequios; y entonces allí, al pie del hermoso abeto, iluminado como para dejar a medio pueblo sin energía eléctrica, recibimos nuestro presente, tan delicadamente envuelto, con su gran lazo de colores, pero, ¡ohhhhh! ¡sorpresa!, al abrirlo descubrimos que contiene lo que hace dos años le dimos justamente a esa  persona por su cumpleaños; ¡y tú, que te pasaste toda la tarde escogiéndole el presente perfecto!; sonríes, pones cara de póker y agradeces el obsequio,  -lo que piensas, eso ya es otra cosa-.

Y por fin llega la hora de marcharse; has salido ileso un año más. Ahora comienza la cuenta atrás para que, nuevamente, el próximo diciembre, vuelvan a repetirse las tan temidas ¡BENDITAS FIESTAS!.


3 comentarios:

  1. Construir un relato de navidad sin nombrarla, y con la dificultad añadida de palabras claves prohibidas, es tarea harto difícil, sin embargo, tú lo has hecho con maestría, incorporándole el delicioso extra que supone contarlo a partir de un punto de vista que, alejado de lo tópico, nos permite descubrir unas …felices fiestas, menos almidonadas y, tal vez, más cercanas a la verdad

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  2. Me ha encantado. Una historia redonda de principio a fin.

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  3. Ay Carmen , cuantas veces he pensado en esas benditas fiestas como una puntadita en el corazon. Felicidades por tu descripción. Alicia

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