jueves, 20 de marzo de 2014

EL ARLEQUÍN de Sandra Moi




Siempre esperaba que esa vez fuera la última.  Habladurías y envidia, quería creer.  Siempre dando la oportunidad a la duda de que aquella situación no sería para siempre.  Cegada por el miedo a la soledad y al qué dirán, mantenía una relación imposible de vivir.  El egoísmo, la posesión y el abuso de la fuerza… hacía que el vínculo se fuera deshaciendo poco a poco, cada día.  Igualito a una gota de agua continua pero disimulada, de la cual nadie se percata pero que, va penetrando cada vez más hondo, hasta llegar a convertirse en un mar de lágrimas.
Pero, que nadie piense que las segundas oportunidades no existen…Se equivoca quien lo hace.
 Tuvo suerte de nuevo y logró resurgir de entre las tinieblas.  Bajo el manto disimulado de un pasado equivocado, por ignorar el poder del respeto, por no saber amar, ni valorar lo que un día se le entregó… Como un arlequín que actúa de cara a los demás, para entretener y acaparar la admiración de los otros; así era él.  Escondía su lado oscuro, como la luna y mostraba sólo lo que el resto del mundo esperaba que fuera.  En la intimidad de su hogar era otra persona; era aquel hombre odioso, difícil de ver.
Hoy, para poder seguir con su vida, ha tenido que marchar y abandonar todo lo que hirió y maltrató sin compasión; a una esposa resignada y herida hasta lo más hondo de su corazón y a unas hijas asustadas y perdidas en medio de la inmensidad.
Ahora, es otra persona, nada que ver con su pasado.  Por fin, puede seguir porque ha aprendido la lección, aunque en el camino haya dejado la huella del horror sembrada…Él sabe que atrás no volverá.  Hoy, sí es la persona que todos siempre han pensado que era, la que siempre debió ser y no fue, sólo que la primera vez se equivocó. 

Equivocarse es de sabios y… perdonar es de valientes.


3 comentarios:

  1. Sobrecogedor este relato. La historia de este arlequín, no es otra que la historia tremenda del maltrato, el reinado del terror. Subyace tanto dolor en él que, el perdón al que nos lleva su final, cobra una dimensión aplastante

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    1. Gracias Isabel por tú comentario. Cada jueves es siempre más emocionantes. Logras sacarnos nuestras mejores inspiraciones. Sandra Mai Bssssss

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  2. El relato, escrito a pecho descubierto muestra una cruda realidad social ; por desgracia, totalmente actual para verguenza del ser humano; sin embargo abre una puerta -estrecha tal vez- a la esperanza,al perdón -que tambien es un acto de valentia-,a las segundas oportunidades,al amor...
    Un abrazo. Roberto

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