martes, 7 de abril de 2015

SI FUERA Lilia Martín Abreu


                                     
     
Si Damián hubiera sido abogado, hubiera ido a trabajar al bufete con su padre, que era uno de los más reconocidos de la ciudad.  Antonio siempre confió que su hijo heredaría su vocación, pero Damián colgó los libros y se decantó por la música.
El día que le informó que quería ser músico, su padre lo miró estupefacto, alegando que eso era una profesión de hambre; una vergüenza para su prestigio y le retiró la palabra.

El tiempo pasa y con un látigo va azotando sin compasión la memoria del prestigioso abogado, dejando un vacío que sólo llena diariamente la atrayente música de Damián que contempla con ternura como su padre se deleita con su melodía.



SI NO FUERA Lali Marcelino






                         Si no fuera porque vamos a un largo viaje cuyo destino sabemos y sin embargo nos es difícil prever el regreso –ni en tiempo, ni en forma –quizá, organizaríamos una fiesta de bienvenida para nuestros primos, que regresan después de muchos años, a establecerse por estas tierras.  Estas tierras donde nacieron y que un día les vieron partir cuando todavía sus cabellos brillaban como el azabache.
                         Encarnación, aunque nosotros no podamos hacerlo, sé que tú los vas a agasajar igual o mejor que yo misma, por lo que –eso sí –no te olvides de hacer muchas fotos y algún reportaje de vídeo, porque como sabes, puede que mi regreso se demore.

                         Envíame a la dirección que te he dejado todas las fotos que hagas.  Cuando mi hija regrese, me gustaría mucho que todo estuviera bien, que la recibas sin amarguras, ni tristezas, ni recriminaciones, pero sobre todo sin preguntas.



SI FUERA Roberto.es






                         Si Bárbara fuera alquimista, iría a…la Edad Media.  Quién sabe si ya estuvo allí, compartiendo anaqueles con el mismísimo Merlín.  Seguramente perteneció a una sociedad secreta, liderada por hombres y mujeres de ciencia que luchaban contra el oscurantismo y la teocracia que imperaba en la época.  La educación, vetada a las mujeres, se hallaba reducida tras los muros del convento.  Engendrar y obedecer a su marido era su único objetivo vital. 
                         Posiblemente, Bárbara fue instruida por su padre en la clandestinidad.  Su progenitor le habrá mostrado el mundo del conocimiento; mundo al que ya no podría renunciar, ávida de saber.
                         Quizá fue perseguida y ajusticiada.
                         Quizá fue acusada de brujería.
                         Quizá fue sometida a escarnio público ante un pueblo ignorante.
                         Y fue golpeada, insultada, vejada…
                         Es posible que sus amigos y coetáneos Galileo o Leonardo da Vinci, la mantuvieran escondida para protegerla de semejante barbarie.
                         Tal vez pertenezca a ese grupo de mujeres que sacrificaron su vida por sus convicciones, sus libertades: Hepatia, filósofa de Alejandría, quemada y despedazada por negarse a abrazar la religión cristiana; o Trótula de Salerno, médico y ginecóloga; o Hildegarda de Bingen, cosmóloga y médico.  O tal vez, fue una activa sufragista en su empeño por conseguir el voto femenino.
                         Adelantadas a su época, todas ellas serán recordadas por su valentía y voluntad férrea.  Nacidas en una sociedad retrógrada y misógina, no pudieron acallar sus voces, ni doblegar su pasión por la cultura y la ciencia, ni tampoco su curiosidad innata, su deseo de conocer el mundo, su mundo.
                         Tal vez, Bárbara fue una gran mujer.
                         Tal vez, hoy siga siéndolo.




SI NO FUERA Sandra Mai






Si no hubiera sido por esos zapatos, Rita no hubiera bailado de aquella manera.  El salón de baile estaba repleto de espectadores.  Sonaba la música, sólo se veía la silueta de Rita, tras los focos y, de pronto, aquellos zapatos como por arte de magia, parecieron cobrar vida.  Se arrastraban, saltaban, puntilleaban y taconeaban.  Eran ellos los protagonistas y Rita sólo los presentaba.  Brillaban como nunca lo habíamos visto antes.  Eran sólo unos zapatos pero, aquella noche fueron los protagonistas de aquella función de marionetas.



SI NO FUERA Esther Morales





         Si no fuera por Paco, Rita –cansada de trabajar toda la semana –no se levantaría de la cama.  Paco hace que se levante y salga a caminar al monte o a la playa, a él no le importa el lugar con tal de coger aire fresco.  Saca la cabeza por la ventana del coche y dice que sí, que al fin es domingo, ¡día de fiesta!. Y lo dice moviendo la cola, Paco, el perrito de Rita.




SI FUERA de Mercedes Álvarez



         Y si Rita fuera…un globo, por ejemplo, pero no de esos que se inflan y vuelan, no, no, a ella lo que le gustaría ser es el globo pequeñito de colores, el que tanto le gusta a los niños; si lo fuera, se pondría muy contenta en los cumpleaños, cuando los pequeños cogen los globos en sus manos y los aprietan hasta hacerlos estallar o cuando les pintan caritas…  También están esos tan lindos que ya vienen con los dibujos hechos tan coloridos.  Rita se sentiría plena y muy a gusto y entonces pensaría:

          –¡Qué satisfacción!  Verme tan arropada y querida por estos personajillos que son los niños.  Yo, con lo bien que estoy en estos momentos iría con ellos, nada más y nada menos que…¡a dar la vuelta al mundo!


SI FUERA de Águeda Hernández





Si Rita fuera Chapete, como muñeco de trapo que es, con esa figurilla tan cómica que tiene, iría al Bazar donde viven todos los muñecos como él, además de todos los juguetes que puedas imaginar.   Actualmente vive como todos en Gran Bazar y es el tercero de todos sus vecinos, porque Chapete es malo, muy malo, rematadamente malo.  Sus travesuras y fechorías no tienen fin.  La Pepona, el Bombero, la Pastora, Voltereta y los demás muñecos que viven en la misma vitrina que Chapete están con el alma en un hilo y todos piden a Dios que venga pronto algún comprador que cargue con el terrible muñeco y les libre de este tormento. 
Un día, aburrido, Chapete, que había agotado ya los recursos de su imaginación y que estaba desvelado, decidió salir de la vitrina y por enésima vez recorrer el Bazar.  Al empezar su recorrido, le dio un tirón de pelos a la Pepona y  de paso escondió el casco del bombero.  En una casa de muñecas, la más linda del Bazar, hizo tal desaguisado, que a la mañana siguiente al levantarse la dueña creyó volverse loca al encontrarse el fregadero y las sartenes en el comedor, el armario de luna en la despensa, los muebles de la sala encima del fogón, y la escoba y vajilla en el lavabo.  ¡A por ese, a por ese!, gritaron unos cuantos muñecos.  Chapete, al verse descubierto, corrió tanto que desapareció.  En la mañana, todos los muñecos levantaron la cabeza y quedaron estupefactos.  Un globo rojo subía y subía hacia el cielo de cristal.  Al extremo de la cuerda pendían Chapete y Pepona.  Adios, amigos, dijo la voz del fugitivo con una sonora carcajada.




SE VA A ENTERAR Lilia Martín Abreu



         Le dije al taxista que por favor pusiera la radio y replicó que en la radio no decían más que sandeces y mentiras, que las emisoras tenían color político y cada una comentaba lo que más se ajustaba a sus intereses, que ninguna era objetiva, ni fiable.  Yo le observé con incredulidad y le indiqué:
         –Me apetece escuchar esas sandeces y mentiras y, por favor, me ubica el dial en Radio Popular.
         A través del espejo retrovisor, él me indicó una mirada hostil, mientras sintonizaba la radio y murmuraba entre dientes su contrariedad.

         Al llegar a un semáforo, el taxista cogió un libro de la guantera y se puso a leer unas líneas mientras un río de peatones fluía delante del taxi.  En ese preciso momento, sonó mi teléfono móvil.  Era de la emisora que estábamos oyendo, que es donde trabajo; mi voz se percibía a través de las ondas diciendo:
          –Hoy tenemos un caso complejo y es una verdadera pena, pero el premio del crucero que hemos estado anunciando que daríamos hoy al sector del taxi, queda desierto para no contrariar al taxista.  Él afirma que solo decimos sandeces y mentiras.  Es la licencia 704, si su mujer está oyendo Radio Popular, cuando llegue a su casa, ¡se va a enterar este taxista!.




lunes, 6 de abril de 2015

PALABRA DE LA SEMANA: TULIPÁN Nos la presentó: Maruca Zamora




         El tulipán es de origen turco y su reproducción es por bulbo.  Su mayor floración es en primavera, aunque florece todo el año.  Hoy en día se conocen más de 1100 variedades.Tulipán tiene su origen en de  palabra turca Thoulypen, por derivación lingüística.  Los turcos denominaban a las variedades de tulipán Lalé, Kafé Lale y Kobala Lalé, según zona y época de cultivo.
         Hoy conocemos el tulipán como la flor nacional de Holanda.
         Las plantas son tan antiguas como la humanidad.  Desde que el hombre descubrió que ciertas plantas y especialmente las raíces eran medicinales y comestibles, algunas fueron trasladadas a los jardines y hoy podemos contemplar sus bellas flores.
         La historia del tulipán comienza con la caída de Constantinopla, por los turcos, en 1500 a 1550.  Los turcos más adinerados eran quienes los cultivaban con gran secreto en sus jardines protegidos por soldados, para evitar su robo.  Si eso pasaba, impartían castigos muy severos como la decapitación.  Los militares turcos comparaban sus ejércitos con las enormes plantaciones de tulipanes, por el parecido del turbante turco con la flor del tulipán.
         Los primeros bulbos de tulipán llegan a Europa Occidental por medio del Embajador del Emperador Fernando I de Austria en cuyos jardines florecían, en su palacio en la Villa de Ausburgo.  Allí floreció por primera vez el tulipán Tulipa Turcarum, y por tal motivo se organizaron grandes fiestas al haber logrado hacer florecer las bellas flores de Turquía.
         En 1590, los Países Bajos llaman al botánico Carolus Clucio para ordenarle cultivar tulipanes en los jardines botánicos de Leiden, en recuerdo a éste se mantienen todavía bajo el nombre de El Huerto de Clucio.
         Tres fueron las variedades de tulipán que aseguraban la fortuna a quien los tuviera:  El Semper Augustus, General Bol y Admiral Enkruzen.  Existen grabados del S. XVII donde aparece la Diosa Flora llevando en sus manos estas tres variedades.
         De 1952 en adelante, Holanda dictó leyes para evitar el desastre que minaba la sociedad holandesa con la venta o subasta de tulipanes.  En 1638 la venta más famosa por subasta de un bulbo de tulipán fue una en la que dieron 2 brazas de trigo, 4 brazas de pan, 4 brazas de cebada, 8 cerdos cebados, 12 ovejas, 2 litros de viejo vino, 4 toneladas de cerveza, 2 toneles de mantequilla, 12 fardas de queso, 1 dormitorio con ropa, 1 ajuar, 1 copa de plata, todo por un total de 2500 florines de aquella época.  También hubo otras subastas por valor de 10000 florines por el bulbo del tulipán Admiral Van Enkjuizen.
           El gobierno de Holanda intervino para regular la venta de los bulbos y evitar la ruina financiera de los Países Bajos que, según los economistas, fue más grave que la crisis bursátil de Nueva York en 1929.
         No voy a alargar más la historia, aunque tiene muchas anécdotas, porque el mundo del tulipán es increíble.
         Si nos trasladamos al año 1949, ese año fue abierto el parque Keukenfor que perteneció a la condesa Jacobina de Baviera.  28 hectáreas donde se cultivan hoy en día cerca de siete millones de bulbos.  Este parque ofrece todos los años la más bella exposición de tulipanes en flor del mundo.  Se estima que en 1989 se hizo una transacción cercana a quinientos millones de dólares en todo el mundo, con la venta de plantas bulbosas.
         En la ciudad de de Limmen, Holanda, todavía sigue floreciendo la colección de Due Van Tol de 1840 y la variedad Lutea del año 1620, entre otros.  Aunque no se sea amante de las flores, les diré que ver este parque es una maravilla que no olvidarán.