jueves, 26 de octubre de 2017

LIBRO DE FAMILIA Lali Marcelino



Hay quién dedica toda su vida a llevar un control de  lo que  ocurre y para ello, recopila todo tipo de documentos, fotos, recuerdos de bautizos, bodas, comuniones, óbitos…incluso datos de las enfermedades, de las alegrías y las penalidades que ocurren a su alrededor…, o de cuando uno de sus hijos se sacó el carnet, o el día que nació su primer nieto. De hecho, es tan enriquecedor este Libro de Familia, que todos hemos recurrido alguna vez a él para consultar alguna que otra duda.  En mi familia, el creador de esta obra literaria fue mi padre.

Recuerdo cuando uno de mis hijos necesitó una fecha: la de su bautizo. Sinceramente ni yo la recordaba y… allí estaba. En otra ocasión, dio fin a un debate familiar, de esos en los que, por cualquier motivo, se convierten en discusión. Fue el día en que debatíamos sobra la fecha en la que el equipo titular de nuestra isla había subido a primera división. Pues eso también estaba allí, bien documentado.

Esa costumbre, una vez mi padre se hubo ido de esta vida, nadie en la familia se ocupó de seguir. 


RELATOS      FINALISTAS
PREMIO DE NARRATIVA
  HERTE 2017

Después de una siempre difícil selección, y posterior deliberación, el jurado del Premio Narrativa HERTE 2017, ha dado a conocer los títulos de los ONCE relatos finalistas de este año.   La identidad de sus autores será desvelada el día 
4 de noviembre en Acto de Entrega de Premios
Hora: 18:00 
Lugar: Salón de Actos Centro Ciudadano El Tranvía - La Cuesta
  El orden en que se presentan  los relatos seleccionados es absolutamente aleatorio y no tiene nada que ver con su posición en la selección. 

 Entre ellos están el primero, segundo y tercer premio.  

¡Felicitaciones a todos! 



martes, 24 de octubre de 2017

QUIERO SABER - Alicia Carmen



   Amiga Susana:
 ¿Por qué tú siempre adivinas lo  que quiero  decir? ¿Por qué,  si no he  terminado de hablar, ya  tú sabes a lo  que me voy  a referir?   Pues ahora te  preguntaré, ya  que  todo lo  sabes:
   ¿Dime por qué cuando hablo de ella me tiembla la voz? ¿Por qué  lloro sin poderlo remediar los  días Miércoles Santos acordándome de las veces que le llevé su orquídea, del más  exótico color  púrpura, a nuestro Nazareno de San Pablo?
 Y  también cuando llega  a mi mente las veces que me instalé delante del televisor sabiendo que me  esperaban cuatro   horas de incertidumbre  hasta conocer el nombre de  nuestra Miss y aplaudirla o decir que todo  estuvo  arreglado en una noche  tan linda  como  esta.
   O por qué se me pone  una sonrisa cálida  al evocar la  escena  de mis hijos  lanzando caramelos a los niños que  gritaban entusiasmados en las  esquinas, durante el Carnaval:  ¡Aquí es!  ¡Aquí  es !  ¡Aquí  es !
   Ah,  y  no sé  si   lo  sabes, pero  alguna vez  pertenecí  a  una  tribu: la  de  los  Ta  Barato.

   Dime amiga, ¿por qué  siento esta  nostalgia? ¿por qué  es  mejor que  no  siga recordando?,  ¿tú  lo  sabes?


CORDÓN UMBILICAL - Maruca Morales



Yo creo que cada quien lleva su cordón en la sangre.  A mí me ha tocado llevarlo desde joven.  Empecé cuidando de mis hermanas, porque yo era la mayor de la casa y ay de mí si no las cuidaba bien.  Cuando me tocaba dormirlas era un suplicio, sobre todo con la más pequeña que, cuando le daba por llorar, no había quien la hiciera callar.  También lloraba cuando alguien la miraba porque le parecía que todos se reían de ella.  Entonces, a mí me correspondía llevarla conmigo para consolarla y hacerle entender que lo que creía no era cierto.  El resto de hermanos no decían nada y me obedecían porque respetaban que yo era la mayor, la que llevaba el cordón umbilical.
Ahora, que tengo hijos, pienso que sigo llevando el mismo cordón, pero con alegría porque ellos son lo mejor que Dios me ha dado.  Me siento orgullosa del respeto que sienten por mí. 
A veces, también me siento como un niño pequeño que va gritando y sembrando esperanza para que, con ella, el Señor nos mantenga fuertes y abiertos al amor.




PROMESAS - Carlota Sosa




 Voy contenta a una manifestación que cambiará mi mundo. Me han convocado unos "intransigentes" que me utilizan de una forma sutil, sin apenas darme cuenta. Juegan con mis jugos emocionales. Quieren podar mi árbol para que luzcan otros sabores, otros olores, otros colores… Mis emociones se exaltan. No importa lo que suceda pues hay que avanzar  a toda costa. Las mareas mueven mis olas y el río cambia de cauce. No percibo donde me lleva la corriente. Aún sigo dormida.

            En el proceso,  he visto rodar a mis  hermanos y el árbol no fructifica, más bien está muriendo lentamente. Se ha cortado el cordón umbilical que lo unía a la madre tierra. Sus raíces han sido removidas. 

             Ya no voy a manifestaciones, ni me dejo llevar por promesas de otros sistemas de regadío.  No quiero ir de mano en mano ni que, por donde pase, me expriman. Dentro de mí existen fructíferas semillas de amor que me permitirán volver a florecer.

             Soy  una naranja en vías de despertar.

GRAN CIRCO Rosy Ramos


    Inconscientes o ignorantes, no se percataron del terreno árido y tosco que pisaban; penoso para mantener una sólida estructura, pero la emoción del momento y la mezcla de los acontecimientos que se avecinaban les nublo el entendimiento. Ni él ni ella, y mucho menos la advertencia de los más allegados, hizo que dieran un paso atrás para desistir de la nueva etapa en común que los dos estaban a punto de emprender.
    Era un plan arriesgado. Lo primero fue montar la inmensa  carpa azul. Espectacular nombre en la entrada, “GRAN CIRCO CRUZ”,  donde el cartel luminoso  destacaba ser una empresa familiar. Pero, olvidaron  los “pequeños detalles”: el respeto, la confianza, la lealtad…y sobre todo, amor mutuo, para que esa sociedad obtuviera buenos frutos.
    El  gran circo efectivamente fue haciendo mella, no aguantó pequeños vientos ni ventiscas más fuertes, y ese entoldado, colocado de mala manera, no les protegió.  Fue desinflándose hasta caer en picado, llevando el circo a la ruina.  
    Ella, cansada de formar parte de esa familia circense, de ser acróbata- trapecista, payasa, de  recibir tanta patada en el culo, abandonó la empresa.

Se arriesgó y salió mal, no hubo arrepentimiento, sabía del fracaso antes de la caída. 


sábado, 21 de octubre de 2017

TOMMY - Juan Carlos Chávez

                                           



          Tommy llenaba mis paseos solitarios en los recreos escolares de mi infancia. En cada abrazo que le daba podía sentir su respiración y  el latido de su corazón y en cada mirada que le dedicaba, percibía sus guiños de complicidad. Me hallaba tan enfrascado en mi mundo junto a Tommy, que el anhelo por jugar con otros niños en el que  había estado sumido, se había desvanecido por completo.
     Cierto día lo fui a buscar a su baúl y mi mirada se desgarró  al no encontrarlo donde solía estar.
            -¿Dónde estás?  ¿Dónde estás? –me preguntaba sin descanso.
Salí precipitadamente al recreo para buscarlo y allí estaba… Mi corazón de niño se aceleró, mi garganta tragó nudos… y es que acababa de presenciar cómo su decapitada cabeza rodaba impulsada por las patadas que recibía.     
     Aún recuerdo mi alarido de dolor y aquella tristeza  en la que me sumergí.  Había perdido al único amigo que tenía, aquel a quien  me había aferrado con tanto cariño. Aunque era inerte, para el niño que fui, ese peluche había cobrado vida propia, porque no sólo jugaba con él sino que  le contaba mis secretos más íntimos.
     Otro burrito, idéntico al anterior, ocupó el baúl, pero mi entusiasmo se congeló en su aceptación, al descubrir que el nuevo peluche no me brindaba guiño alguno.
    
     

LIBRO DE FAMILIA - Carlota Sosa



             ¡A mí!, primero yo, exigía  la guitarra de curvas pronunciadas. ¡Mejor a mí que retumbo!, dijo el tambor. ¡No, no!,  yo soy muy marcial, sentenció la trompeta. Pues yo... no me quedo atrás, exclamó el saxofón. El piano tocó sus notas argumentando que tenía más peso. El arpa,  entonando una dulce melodía, comentó que solo ella haría vibrar los corazones.
         Así debatían todos los instrumentos de la orquesta. En este discutir, no se dieron cuenta de que llegaban los músicos y... tocaron una hermosa sinfonía.

    Moraleja: todo es útil si se combina armoniosamente. Siempre hay algo que nos lleva hacia el amor y no hacia el acumular. Estamos escritos en el libro de familia de la vida, y la vida no solo es nuestra, la compartimos con las piedras, los cristales, el hermoso mundo vegetal que nos regala sus flores, los animales, planetas, estrellas, soles, galaxias y otros cúmulos estelares… Los agujeros negros lo engullen  todo pero eso mismo les hace colapsar. Si tan solo inhalas y pretendes retener el aire sin soltarlo, lo lamentaras.

   La orquesta tiene ritmo y armonía. No puede ir cada uno por su lado. Eso no sería música sino ruido.

viernes, 20 de octubre de 2017

CORDÓN UMBILICAL - Juan Roberto Núñez





            Una vez más estaba rodeado de vida y muerte, necesidad extraña que nació conmigo. Antes lo tenía de frente y hoy a mis pies, pero siempre dependiendo de él… De alguna forma superior, me veo elegido a tentar su suerte, que no deja de ser la mía. Antes me veían sin que pudiera verlos, en cambio hoy los veo y observo el mundo en todo su esplendor con amplia libertad, como vuelo de pájaro, aunque sin alas, dando paso a paso y sin apuros, sobre el cordón que conduce mi vida, como desde el primer momento en que mi madre me arropó en sus brazos y hoy vuelve a hacerlo, cada vez que cruzo el abismo entre dos montañas, como un recién nacido… del cordón umbilical…



domingo, 8 de octubre de 2017

ESTACIONES – Lali Marcelino




El primer verano después de mi adiós a la vida laboral…; un cambio importante que causa muchas depresiones, pero también, como en mi caso, más ilusiones, más proyectos, más amistades, más tiempo para mis seres queridos… Sumar es lo que me he propuesto…; restar sólo los años. Porque a partir de aquí restaré, no sumaré…y espero dar mucha guerra a la sustracción.
-¿Es cierto que cada verano proyectas, o quizá da igual en qué estación te encuentres?
-Te diré que en cada estación los proyectos tienen diferentes formas porque influye muchísimo el ánimo. En primavera, suelen tener formas alegres, florales, divertidas… No se me ocurre utilizar colores o formas tristes o melancólicas, eso lo dejo para el otoño, que también podría ser de renacimiento o de muerte.
Para el invierno se me ocurren cantos nostálgicos, fiestas familiares… La familia que retorna y también que se va, lágrimas porque la nostalgia conlleva enfrentarse a la soledad, al reencuentro… Todos quieren estar juntos y ahí es donde nos damos cuenta de que algunos no podrán, por diferentes circunstancias, y se sufre en la distancia del espacio, del tiempo o  de los sentimientos perdidos y que nunca volverán, porque ninguno se atreve a buscarlos. La cobardía se une con la desgana y la costumbre con la desidia.
Y… llega el verano, dónde la ebullición de viajar, de conocer nuevos lugares, nuevas costumbres y tradiciones…o sencillamente desmadrarse y entregarse al placer…; dejarse llevar por la magia de las noches estivales. El sol necesario y que esperas durante todo el año, nos llena de buenas vibraciones para el resto. Es una estación para hacer nada, de dejarse llevar y adentrarse en cada pueblo, en cada momento pasivo, con una buena lectura debajo de un parasol o un árbol, asistir a eventos que hasta el año próximo no volverán, preñarse en definitiva de buena energía para proyectarla en los demás.

Floración… Estío… Ocaso… Frío o Invierno
Sentirlas todas, cada una en su momento y lugar
Sentirlas y diferenciarlas, para eso debemos cuidarlas
Ahora se unen después de maltratarlas y  no apreciarlas
Son importantes y necesarias para nuestra madre tierra
Tanto, que da igual en este momento y lugar,
no saber cuál es cuál
Quizá ha llegado la ocasión de pensar…
 ¿nos da igual?





VERANO - Sandra Mai


            ¡¡Juanito…Juanito!!,  llamabas, mientras él corría tras unas pequeñas mariposas que revoloteaban por el jardín. Al tiempo, sonaban unas campanillas que colgaban de lo alto de la ventana… Ese día ya dabas forma a una masa de hojaldre que le habías prometido por su cumpleaños. Sus siete velas de colores encima de la alacena, junto a unas cuantas guirnaldas y pitos, decoraban aquella mañana  la cocina.

             Se respiraba alegría, el sol brillaba; íbamos y veníamos atareados con los preparativos. Y los deseados regalos, celosamente escondidos bajo la cama de mama…. Qué añoranza tan bella, recordar hoy aquellos años de tu niñez. Siempre fue verano en tu día, con un sol muy radiante que brillaba solo para ti.