martes, 24 de octubre de 2017

PROMESAS - Carlota Sosa




 Voy contenta a una manifestación que cambiará mi mundo. Me han convocado unos "intransigentes" que me utilizan de una forma sutil, sin apenas darme cuenta. Juegan con mis jugos emocionales. Quieren podar mi árbol para que luzcan otros sabores, otros olores, otros colores… Mis emociones se exaltan. No importa lo que suceda pues hay que avanzar  a toda costa. Las mareas mueven mis olas y el río cambia de cauce. No percibo donde me lleva la corriente. Aún sigo dormida.

            En el proceso,  he visto rodar a mis  hermanos y el árbol no fructifica, más bien está muriendo lentamente. Se ha cortado el cordón umbilical que lo unía a la madre tierra. Sus raíces han sido removidas. 

             Ya no voy a manifestaciones, ni me dejo llevar por promesas de otros sistemas de regadío.  No quiero ir de mano en mano ni que, por donde pase, me expriman. Dentro de mí existen fructíferas semillas de amor que me permitirán volver a florecer.

             Soy  una naranja en vías de despertar.

1 comentario:

  1. Me gusta esta naranja contestataria, que se resiste a dejarse llevar por la corriente. Como lectora, intuyo toda una simbología detrás de lo que se me cuenta y no puedo dejar de sentirme naranja en medio de naranjas, luchando por no dejarme vencer por el exprimidor. Tu relato funciona, esa es la clave: mover sentimientos, reflexiones, interpretar la realidad de múltiples formas, para explicarla o para cuestionarla. Muy bien.

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