martes, 7 de abril de 2015

SI FUERA Roberto.es






                         Si Bárbara fuera alquimista, iría a…la Edad Media.  Quién sabe si ya estuvo allí, compartiendo anaqueles con el mismísimo Merlín.  Seguramente perteneció a una sociedad secreta, liderada por hombres y mujeres de ciencia que luchaban contra el oscurantismo y la teocracia que imperaba en la época.  La educación, vetada a las mujeres, se hallaba reducida tras los muros del convento.  Engendrar y obedecer a su marido era su único objetivo vital. 
                         Posiblemente, Bárbara fue instruida por su padre en la clandestinidad.  Su progenitor le habrá mostrado el mundo del conocimiento; mundo al que ya no podría renunciar, ávida de saber.
                         Quizá fue perseguida y ajusticiada.
                         Quizá fue acusada de brujería.
                         Quizá fue sometida a escarnio público ante un pueblo ignorante.
                         Y fue golpeada, insultada, vejada…
                         Es posible que sus amigos y coetáneos Galileo o Leonardo da Vinci, la mantuvieran escondida para protegerla de semejante barbarie.
                         Tal vez pertenezca a ese grupo de mujeres que sacrificaron su vida por sus convicciones, sus libertades: Hepatia, filósofa de Alejandría, quemada y despedazada por negarse a abrazar la religión cristiana; o Trótula de Salerno, médico y ginecóloga; o Hildegarda de Bingen, cosmóloga y médico.  O tal vez, fue una activa sufragista en su empeño por conseguir el voto femenino.
                         Adelantadas a su época, todas ellas serán recordadas por su valentía y voluntad férrea.  Nacidas en una sociedad retrógrada y misógina, no pudieron acallar sus voces, ni doblegar su pasión por la cultura y la ciencia, ni tampoco su curiosidad innata, su deseo de conocer el mundo, su mundo.
                         Tal vez, Bárbara fue una gran mujer.
                         Tal vez, hoy siga siéndolo.




1 comentario:

  1. Este si fuera, te ha servido de pretexto para rendir homenaje a esa cantidad de mujeres que han pasado por la historia para cambiarla, para dejar en ella huella y luz, a pesar de todos los obstáculos que tuvieron que salvar. Me ha gustado. Gracias, Roberto.

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