miércoles, 19 de marzo de 2014

AUSENCIA de Roberto.Es




Era una persona ceñuda, mal encarada; trataba con desprecio a sus vecinos.  Masticaba la rabia que le producía su insoportable existencia; detestaba el mundo y a los que en él habitaban.
Todos los días al alba, salía de su casa para regresar al atardecer.  Con su falda de cuadros y calcetines hasta la pantorrilla, proyectaba una patética imagen de colegiala trasnochada…; ¡rayaba los setenta!.
En el vecindario, su extravagancia era motivo de mofa y, aunque le temían –pues creían que poseía un alma perversa –les intrigaba su enigmática y extraña vida.
Pero, había alguien que conocía su  historia: el guarda del cementerio donde acudía a diario le veía penar en un sepulcro.  Allí, ataviado con el kilt escocés que a ella tanto le gustaba, lloraba sin consuelo la irreparable ausencia de su querida y amada esposa.


4 comentarios:

  1. De este relato, destaco el doble giro de tuerca del final: cuando creíamos que el enigma estaba resuelto, nos encontramos con la sorpresa de una identidad que, al menos yo, no intuí en mi lectura. Muy bien.

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  2. UN precioso relato. Con un final muy emotivo, un abrazo.

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  3. Buenísima la forma en que desarrollarse este tema, final con doble sorpresa. Como siempre, estupendo. Te felicito.

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  4. Pues Roberto, me he quedado impresionada con este relato , no esperaba este final has sabido mantener la intriga todo el tiempo . Tienes madera de gran narrador. Felicidades . Alicia.

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