jueves, 6 de marzo de 2014

PASIÓN de Alicia Carmen




Soñó con ser escritor y se quedó a las puertas de una Editorial, aunque como portero, claro.  Eso no le impidió mantener su inmensa pasión por la escritura, mejor dicho, su obsesión. Aspiraba a ser un personaje famoso y obtener el premio Cervantes o el Planeta y si no, por lo menos que su primer libro resultara un best-seller.
Ese preciso día, al pasar por el quiosco, de camino a la Editorial, vio de reojo la foto de los Reyes de Suecia en una revista.  Yo los conoceré pronto, pensó, ellos son los que entregan el premio Nobel. 
Lo que no sabía nuestro amigo es que como todos los que llegaban a la oficina lo veían afanado con un papel y un lápiz, perfilando sus escritos, el dueño de la Editorial había recibido varias quejas.  Según ellos, este empleado no cumplía a cabalidad con su trabajo.
Pues bien, no más llegó, simplemente le entregaron un sobre con algún dinero y fue despedido.  ¿A dónde iré?, pensó, ¿a qué me dedicaré ahora? ¡No puedo abandonar mi obra maestra!
El periódico ofrecía varios trabajos, entre ellos el de camarero en un crucero por las Islas Griegas, sin dudarlo lo tomó.  Allí conoció a un famoso escritor, del cual era admirador. 
En cierto momento, después de hacer una labor detectivesca, vio como este escritor había dejado olvidado unos manuscritos sobre una butaca.  Disimuladamente, los colocó debajo de su chaleco y más tarde los leyó.  Enseguida los mandó a su antiguo trabajo con un seudónimo.
Allí decidieron publicar aquella obra y llamaron al autor.  Cuando vieron de quien se trataba, aquellos que lo habían echado del trabajo, lo felicitaron.
Pues sí, nuestro amigo tuvo su obra maestra pero, la disfrutó en la cárcel pues al descubrirse el engaño, el verdadero autor decidió demandarlo.

Su antiguo jefe, en vista de la desmesurada pasión de su ex-empleado quiso ayudarlo; pagó la fianza y le dio un trabajo en la empresa como agente literario y jefe de los revisores.  Con creces había demostrado saber cuándo una obra literaria merecía ser publicada.



2 comentarios:

  1. Buen giro final para la historia de una pasión que, convertida en obsesión, tuvo contradictorias consecuencias: cárcel y liberación

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  2. Es muy creativa esa historia. un besoteeee.

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