miércoles, 11 de marzo de 2015

UN VÍNCULO ABRASADOR Carmen Garcés

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Desde la oscuridad del lugar donde casi siempre estoy, hoy quiero contar mis memorias.
            Llegando casi al final de mi vida, me ha tocado pasar por distintas situaciones, algunas alegres, otras divertidas…, y muchas de incertidumbre. Mas, lo que todas han tenido en común, ha sido  compartirlas con mi familia humana.
Ya sé que no han sido la mejor de las compañías, pues únicamente se han acordado de mí cuando me han necesitado; sin embargo, el participar en  tantos momentos importantes ha hecho que les tenga cariño, ¡siempre me deshago por complacerles!.
Tengo tantas anécdotas que contar en estas memorias, pero en mi recuerdo resalta de forma especial aquella ocasión en que fui la protagonista, fue en el décimo cumpleaños de Rebeca –la niña pequeña de la casa-; o el día en que acompañé toda la noche a Laura –mi dueña-,  dándole ánimo y ahuyentando sus miedos.
Ay, cuántos momentos compartidos que pronto quedarán en el olvido. Pero no para mí, que los conservaré siempre fundidos en mí ser.

Ahh, casi se me olvida presentarme, soy una vela;  siempre  dispuesta para cuando alguna eventualidad  lo requiera, bueno…, ¡mientras la cera aguante!.



2 comentarios:

  1. El sugestivo título cobra sentido cuando conocemos la identidad del personaje, lo cual está muy bien porque le confiere el poder del despiste inicial y la participación activa del título en el relato, como parte de él, que se entiende al final. Trucos de narradora que crece, semana a semana, en el oficio de contar.

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