jueves, 5 de marzo de 2015

FELIZ ACONTECIMIENTO Lali Marcelino.





            Asistí no hace mucho tiempo a una reunión bastante peculiar, convocada por el sentido común.
            Allí estaban la alegría, el entusiasmo junto con la discreción y su amiga la crítica, también la tristeza. El odio llegó el primero. Todos esperaban con ansia a la riqueza, pero la pobreza se hizo presente desbancándola porque la corrupción se impuso ante tanta ambición. ¿Y la justicia cuándo llegará?, se preguntaron todos.
            Alguien que estaba oyendo y viendo todo esto, como casi siempre en la oscuridad porque q no le apetecía hacerse presente, pensó, ¡qué ilusos!, todavía esperan que esa señora llegue, hace tiempo que murió y recuperarla va a ser casi imposible. Algo parecido pasa con el trabajo, la salud y la escondida confianza.
            El miedo también llegó de los primeros, junto con el terror y el orgullo, pero a quien nadie esperaba, y aunque tarde, llegó silencioso como siempre, el sigilo fue pasando por debajo de sillas, sillones y mesas. Se quedó en un rincón esperando acontecimientos.
            Hubo alguien que llegó casi al final, a ver si la aceptaban en tremenda reunión, la fidelidad, yo. Me quedé fuera esperando a ser invitada y ¿saben?, las últimas en llegar fueron dos primas lejanas, COMPRENSIÓN e INCOMPRENSIÓN, a quien todos esperaban y yo más que nadie. La incomprensión no está en mi proyecto de vida futura, no podía dejarla entrar… y entonces la maté.


1 comentario:

  1. Me ha gustado ser testigo de esta asamblea de sentimientos, virtudes, defectos, sensaciones y valores; muy singular e ingeniosa. Que al final la fidelidad haya matado a la incomprensión, me parece genial

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