jueves, 19 de marzo de 2015

MOMENTOS Carmen Garcés






            Guardaba aquella cajita de deseos. Le hacía ilusión destaparla cada vez que su corazón se inundaba de nostalgia; allí guardaba tantos recuerdos de momentos felices; contemplar su contenido  le reconfortaba.
            Mas, un día, al abrirla, en el interior de Rosalba algo cambió; esta vez contemplarla no le aliviaba la aflicción  que sufría. Desconcertada, no entendía lo que le estaba sucediendo.
Con las lágrimas deslizándose por sus mejillas, cerró su querida cajita y la guardó. Un gran abatimiento le embargó. ¿Volvería a abrirla algún día en busca de aquello que tanto deseaba?...



2 comentarios:

  1. Esperemos que sí. Este final abierto impuesto nos ha dejado bonitas historias inconclusas, como esta, que merecen ser cerradas; no por otra razón que no sea satisfacer mi curiosidad. Me quedé con las ganas de saber más. ¿Nos lo contarás, Carmen?

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  2. Siempre se vuelve a abrir las cajitas, para volver al pasado. Mª Dolores.

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