martes, 24 de marzo de 2015

EN LA VIÑA DEL SEÑOR. Roberto ES.





            Le dije al taxista que, por favor, pusiera la radio, y replicó que en la radio no decían más que…tonterías, que estaba harto de escuchar siempre los mismos temas manidos. Según él, no había ninguna emisora que valiera la pena.
            Al llegar al semáforo, el taxista cogió un libro de la guantera y se puso a leer unas líneas mientras…yo, indignada  por su radical argumentación, comencé a cavilar y decidí, ante semejante energúmeno, hacer algunos cambios en el programa radiofónico que dos horas más tarde saldría en antena. Hablaría del mal ejemplo que dan al colectivo algunos gilipollas como este.
            ¡Se van a enterar estos taxistas!.




1 comentario:

  1. ¡¡Se cuece la venganza!!. Ha dado mucho juego la tarea de esta semana. Muy divertido.

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