martes, 3 de marzo de 2015

PIEDAD Alicia Carmen




            Abrió la puerta de su piso.  Notó que algo anormal había sucedido. Ella, la típica funcionaria ordenada y meticulosa, se extrañó de semejante caos, pero eso no fue todo, con pasos lentos y semblante derrotado, asomó un hombre desconocido a través del pasillo.
            -No se asuste señora, tan sólo vengo a pedirle un favor, usted trabaja en una Embajada y yo necesito un visado para viajar a ese país, no le haré daño pero conservo algo que a usted le interesa.
            -¡Ah!, pensó Rosana, mis tarjetas de crédito, la libreta de ahorros ¿Qué habrá hecho este hombre?.
             Al día siguiente ella cumplió lo prometido: aquí tiene su visado, puede irse cuando quiera, seguro que en ese país conseguirá un buen trabajo.
- Eso espero- y le entregó un sobre con las tarjetas de crédito y demás documentos.
           
            Ya en el barco que lo llevaría a su destino, el hombre se recostó sobre la baranda y sacó una carta de su bolsillo, habían sido tantas horas esperando a Rosana que el cartero había pasado dejando la correspondencia debajo de la puerta. No pudo resistir la tentación y se encontró una misiva de un tal José Alberto, un antiguo novio que le pedía que lo ayudara pues se encontraba solo y enfermo y con una malísima situación económica. Con letra temblorosa había escrito su dirección y la apremiaba a visitarlo y ayudarlo recordándole el inmenso amor que los había unido en su juventud.
            -Vaya, pensó a buena hora se acuerda de esta mujer, a punto de jubilarse, seguramente en sus años mozos la abandonó y encontró amores en otros brazos y claro, la pobre Rosana lo esperó con lealtad y confianza, después vino la soledad y el dolor por la ausencia, recordando siempre la ternura de unos besos que tanta falta le hacían.
            Ahora que ya lo ha superado, aparece este hombre como si nada tuviese importancia pensando solo en su provecho. No lo veo justo, es una buena mujer, no permitiré que la engañen otra vez, ella todavía es joven que emplee su dinero en vivir, que disfrute de cada momento que la haga feliz, y pensando en esto, la carta resbaló de sus manos y cayó al mar.



1 comentario:

  1. Dos hombres en la vida de Rosana, uno que invade su presente para para chantajearla a cambio de algo, otro que pretende volver de su pasado para recoger lo que nunca sembró. Espero que Rosana no tenga piedad y se deshaga de los dos.

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