miércoles, 18 de marzo de 2015

UN SUEÑO Mercedes Álvarez





Por fin mi sueño se hacía realidad.  Me estrenaba como maestra de ceremonias, en el circo ¡qué bonito! Me estaba poniendo ya la ropa adecuada, para poder salir a escena, aun contemplándola me parecía mentira. Pantalón y chaqueta en vivos colores, también lentejuelas, acompañados de un cinturón y botas marrones en piel. Sombrero de copa con muchos brillos de distintos colores. Todo me resultaba exultante y me llenaba de emoción, mi sueño se estaba cumpliendo. ¡Ah! Pero… aún seguía faltando algo que además de importante era también indispensable: la fusta, ¡qué grande y que linda me pareció al cogerla y verla entre mis manos!, sentí que una sensación fantástica e inexplicable se apoderaba de mí. Ya estaba preparada para saltar a la pista y anunciar la función. Con autoridad y dando los golpes de fusta en el suelo, le dije a los compañeros de iluminación:
            -Que se enciendan las luces, cortinas del escenario arriba. Y… señores, señoras, niños, niñas ¡que comience la función!.
            Entre el calor de los aplausos de los espectadores y mi efusividad por la emoción que sentía, no me di cuenta que de pronto algo estaba pasando, yo me movía mucho y a lo lejos oía una voz fuerte y segura que me decía:
- ¡Pero chiquilla despierta! Que estás soñando…





1 comentario:

  1. Estás relatando muy bien Mercedes. Buenas descripciones, buen abordaje a la historia que se cuenta; muy eficaz. Estupendo

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