miércoles, 4 de febrero de 2015

SUSURROS Roberto ES.





Al despertar, su no presencia inundó mi habitación. Había sido una larga noche, de palabras susurradas a las sombras que habitaban la madrugada y que, cambiantes, me escuchaban sordas…; y me miraban, ciegas…; hasta que caí rendido en un profundo y agitado sueño.
Pero la mañana me abofetea violentamente, reencontrándome con la certidumbre de una realidad aplastante; con la huella cruel de su ausencia envuelta en una atmósfera enrarecida de reproches y pensamientos no contados.
Quizás, todo habría sido distintos si… , me digo; y tropiezo con su rostro, y con sus manos, en cada esquina de mi alma sola. Tejo con hilos de compasión una guarida de muerte para lamer mi corazón herido; sé que todo pasará; pero cuando vuelva a la vida, ya no seré el mismo; tan solo un hombre que quiere amar y ser amado.
Con este último párrafo, doy por concluida mi narración a tiempo para entregarla el jueves. Levanto la vista…, y allí está él, como siempre, tras el ordenador. Me mira con curiosidad y en mis labios se dibuja una sonrisa…





1 comentario:

  1. Este relato enfrenta ficción y realidad: lo onírico, retratado con un lenguaje florido, lleno de adornos, giros, metáforas, imágenes poéticas, frente a lo cotidiano, apenas perfilado con trazos sencillos, creíbles; llenos de autenticidad. Cada extremo refuerza al contrario, otorgándole peso y sentido al microrrelato.

    ResponderEliminar

Nos gusta saber tu opinión, sea cual sea. Déjanos un comentario. Gracias