jueves, 21 de noviembre de 2013

ABRIR PUERTAS de Ana Rosa Benítez




Sofía pasaba muchas horas en aquella sala de espera.  Siempre sentía frío.  No sabía si era miedo o si el aire acondicionado estaba demasiado fuerte.
Hacía ya cinco meses que se repetía la misma escena y también los mismos sentimientos.  Las sesiones de quimioterapia se hacían interminables, pero ella no podía concentrarse en ninguna de las distracciones que estaban a su alcance: la televisión, la lectura, sopa de letras, sudokus… No tenía la mente para ninguna concentración.

Así sucedía siempre hasta que, un día, en una de las mesitas de la sala de espera, divisó una hoja de papel en blanco.  Una especie de fuerza mayor la invitó a cogerlo y… empezó a escribir, a expresar lo que su cuerpo y su alma sentían.  A partir de entonces, las horas ya no fueron tan tediosas, las pasaba escribiendo.  Para Sofía fue como abrir puertas a la vida, a la expansión vital, a la esperanza…


2 comentarios:

  1. ¡Qué hermoso relato, Ana!. Conozco a Sofía; es una de mis heroínas; un ejemplo de valentía, de entereza, de generosidad en la adversidad –como pocas personas he conocido–, y si por esto fuera poco, una excelente contadora de historias. Si la ves, dale un fuerte abrazo de mi parte.

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  2. Que bella historia.
    Lo tomaremos prestado y lo incluyremos en el evento que realizaremos a favor de Cancer Research UK. Muchisimas gracias. Vuestras palabras ayudaran a muchos a aquellos que pasan por la misma situacion.
    Un gran saludo.

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