jueves, 28 de noviembre de 2013

ERAN OTROS TIEMPOS de Lilia Martín Abreu





A Mario lo amparaba el anochecer y se refugió en su guitarra como tantas otras veces.  Para él, ella era su bien más preciado; mientras la tocaba emergían los recuerdos… y, al hacer un repaso por su memoria, irrumpían las palabras de su abuelo Ramón, que retumbaban nítidas en su cabeza como el primer día.  ¡Cuántas y cuántas veces las escuchó, siendo él tan solo un niño.
-¡Estudia, hijo!, que los títulos abren puertas, te lo digo por experiencia.  Mi profesión de contador me simplificó el camino por la vida, era como un aval que me representaba y, gracias a eso, no me tocó cruzar el mar para emigrar como a tantos otros; corrieron tiempos difíciles en esa época.

En los labios de Mario se dibujó una sonrisa enigmática al recordar aquellas palabras.  La incertidumbre lo acompañaba y oscuros nubarrones se cernían sobre su futuro.  Ahora, a treinta años de distancia de aquellos consejos de su abuelo, a él sí le había tocado emigrar como a tantos otros y eso que había seguido su consejo al pie de la letra y contaba con un currículum bastante sustancioso para su edad.  Hoy por hoy, disponía  en su haber de una licenciatura, un máster, un doctorado y cuatro idiomas, pero por ironías de la vida, su sustento lo obtenía gracias a su guitarra.  Eran otros tiempos, no cabía duda.

2 comentarios:

  1. Muchos jóvenes se verán reflejados en esta historia; pertenecientes a la generación más preparada de este país, la que se ha visto obligada a emigrar; ellos serán los que mañana les contarán a sus nietos que, éstos, los de hoy, eran otros tiempos. Muy bueno, como nos tienes acostumbrados.

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  2. BIEN NARRADO LA SITUACIÓN POR LA QUE PASAN LOS JÓVENES EN LA ACTUALIDAD. COMO SIEMPRE ESTAS AL DÍA DE LOS ÚLTIMOS ACONTECIMIENTOS. ANA BENÍTEZ

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