jueves, 29 de enero de 2015

VIDAS PARALELAS Ana R. Benítez



         Ensimismado en sus pensamientos, no había reparado en su compañero de asiento hasta que el tren aumentó la velocidad.  Le observó detenidamente:  rostro aguileño, frente lisa, nariz corva, barba de plata, grandes bigotes y…manco.  No se pudo resistir y, con voz temblorosa se dirigió al “desconocido”   conocido.
-Don Miguel, ¿es usted?
-Sí, me llamo Miguel, ¿le conozco?
-Mi nombre es Eleuterio.  Usted es mi ídolo.  Mi modelo de vida, ¿sabe usted que hemos tenido vidas paralelas?
Don Miguel no daba crédito a lo que estaba oyendo y no pudo evitar que se le viniera a la cabeza su personaje más loco y famoso en la historia de la literatura.
-¡Otro loco!, pensó para sus adentros.
Eleuterio siguió hablando y hablando
-…Mire, los dos hemos estado en la cárcel; aunque yo sí logré escapar y varias veces.  Somos escritores y empezamos las obras que nos han dado fama en la prisión.  Nos han dedicado películas, canciones, obras de teatro…
Don Miguel  lo mira sorprendido y exclama:

-¡Ahora caigo! ¡Te he reconocido!  ¡Tú fuiste quien me robó las gallinas!


1 comentario:

  1. ¡Qué bueno! Una de tus genialidades, Ana. Me encanta este encuentro de personajes de vidas paralelas. El final: ¡exquisito!. Bravo y bravo

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