miércoles, 13 de marzo de 2013

UN VECINO MOLESTO de Maruca Zamora




Edelma estaba enfrascada en una lucha contra su vecino Luis; no podía con él.  Por más que lo corriera, lo asustara, le tirara la puerta, le echara agua, él no dejaba de fastidiarla.  Parecía que se dedicaba únicamente a pensar cómo molestarla.
Llegó el día en que Edelma no aguantó más.  Lo esperó, escondida entre los árboles del jardín, con toda la paciencia del mundo.  Él llegó, como todos los días, muy confiado en que todo sería como siempre.  Cuando Edelma lo tuvo a tiro, dirigió el chorro de la manguera hacia él y lo puso como una sopa.  El vecino salió disparado, chillando despavorido.  Estaba claro que no lo esperaba.
A partir de ese día no ha vuelto a molestarla.  Edelma lo ve merodeando por su casa, la mira, pero no se acerca.
Edelma pensó que, tal vez,  se había convertido en un ser pensante y que el gato de la vecina había llegado a la conclusión de que una retirada a tiempo valía más que una victoria.


2 comentarios:

  1. ¡Qué buen relato, Maruca!. El lector cree, casi hasta la última línea, que ese molesto vecino es un hombre. Nos mantienes hábilmente engañados hasta el final y eso no es fácil de conseguir. Muy bien.

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  2. Felicidades Maruca , tu relato es muy simpático y con un final afortunado. Alicia

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