martes, 19 de marzo de 2013

EL GALÁN DE LA COMUNIDAD de Alicia Carmen





Siempre me han gustado las cosas bellas, los paisajes, las flores, un maravilloso libro, unos versos inspirados y…¿a quién no?.  Pero, a los 17 años. tener un vecino muy guapo y tropezarme con él todos los días, era algo alucinante.  Cada vez que lo veía, no podía evitar abrir los ojos como platos y tener una sonrisa tonta en los labios.  Él, por supuesto, se daba cuenta de mi admiración y me imagino que se sentía muy halagado.
Un día se me acercó y me invitó al cine.  Te esperaré el domingo a las seis de la tarde en la heladería de la esquina, me dijo.  Yo me quedé tan impactada que no podía creer que se refería a mí.  Pero pasados unos momentos, se encendieron las alarmas en mi cabeza y me acordé haber oído decir a mi prima que este chico la había invitado también a ella, y luego a la chica del número 13, y luego a la de la planta baja.  Vaya, se comporta como un pavo real, pensé, ¿y ahora me toca a mí?.
Con cierta pena, dejé pasar las 6 de la tarde del domingo y le di plantón al guapo de la comunidad.  Demás está decir que nunca más me saludó y yo llegué a preguntarme  en aquellos días, si había hecho bien o mal dejando pasar aquella tentación.
Años más tarde, supe que nuestro galán se había casado y divorciado tres veces y sabría Dios cuántos hijos habría dejado regados por ahí.
Así que la moraleja de esta historia no puede ser otra que aquella que dice que:
Una retirada a tiempo vale más que una victoria




2 comentarios:

  1. No sé si son reales o no tus historias, aunque tampoco importa demasiado porque están contadas de tal manera que el lector las vive como reales y las disfruta como tales. Bravo.

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  2. ¡¡Guauuuuuuuuu eso si que es un galán Alicia¡¡. Isabel tiene un acierto para las fotos, las felicito a las dos, besitos Lilia.

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