jueves, 7 de marzo de 2013

ÉL de Ana R. Benítez



Desde mi mesa, podía observarlo sin que los demás se dieran cuenta.  Llevaba diez años haciéndolo y me conformaba con disfrutar de su presencia durante ocho horas de trabajo, todos los días.
¡Creo que estoy enamorada hasta las trancas!, pero ¿y él de mí?.  No tenía respuesta; aunque sí era cierto que había una complicidad entre nosotros que con los demás compañeras no existía.
Salí de mi ensimismamiento al oír su voz.
-Laura, me gustaría que al salir del trabajo fuéramos a tomar un copa.  Tengo algo que decirte –me dijo.
Otras veces lo habíamos hecho, pero esta vez presentí que era diferente; su tono de voz desprendía alegría.  Sentí como los latidos del corazón golpeaban mi pecho, mi mente también se aceleró: ¿querrá declararse? ¿se ha decidido por fin?.
Ya sentados delante de un café, veía acercarse el momento tan esperado y deseado, aunque nublado por la incertidumbre.  Me cogió la mano y me dijo sonriendo:
-Laura, me he enamorado.
Titubeando, con la premura de oír su respuesta, le contesté:
.¿De quién, quién es ella?
-Ella no, Laura.  Pregúntame más bien, ¿quién es él?






2 comentarios:

  1. Desengañada quedó Laura de cualquier forma, independientemente del sexo de su oponente, ¿verdad?; en todo caso, conduces al lector hacia un ansiado final feliz, por empatía con la protagonista, para hábilmente dar un giro de tuerca en el desenlace. Buen trabajo.

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  2. Una historia muy bien contada Ana. Pero en ella se confirma que el amor es siego...

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