miércoles, 12 de noviembre de 2014

SOLO UN INSTANTE Roberto.Es (Accésit Concurso de Narrativa HERTE 2013)






         Amanece un nuevo día; bueno, más bien otro  igual que el anterior, de rutina, sin sorpresas.
         Manuela, en el ecuador de su vida, soportaba una existencia tranquila, segura... pero en lo más profundo de su ser yacía un mundo insulso. Su corazón estéril habitaba en un desierto de emociones. Siempre se limitaba a hacer lo que de ella se esperaba, sin preguntas, sin rebelarse, abnegada en su presente y conforme con su futuro.
         Con la juventud perdida, sentía que la vida se le escapaba sin saber qué hacer con ella: con los días, con las noches, con las horas; largas y solitarias horas.
         Deambulaba por la calle sin rumbo fijo, como sonámbula, ausente, imbuida en sus pensamientos cuando, de pronto, se tropezó con alguien... “¡Oh, perdón! Disculpe...” Todavía aturdida, levantó la vista hacia aquel desconocido y, entonces, sus miradas se encontraron y sus almas se reconocieron, quizás por otras vidas compartidas...
         Azul; cuánto azul; en sus ojos azul. Inmenso océano tras celosías de negras pestañas clavadas en mis ojos negros.
         Su corazón sobresaltado despertó de un antiguo letargo para encenderse en llamaradas de ardiente pasión. Un escalofrío recorrió todo su cuerpo y su piel arrebolada gritó de placer.
         Fue un instante de segundos inmensos, una fuerte sacudida para su eternidad dormida.
         Aquel hombre, de edad indefinida, prosiguió su camino; y ella, paralizada y confundida, lo vio alejarse hasta que su figura se desvaneció entre la multitud.
         De pronto, todo cobró una nueva dimensión y los grises de su vida se llenaron de color: verde fuego, rojo pasión, azul ensoñación...
         Manuela, desde ese preciso instante, ya no sería la misma; la secreta esperanza de reencontrarse algún día con él la hacía sentir viva y, ahora, sabía que estaba preparada para amar.




2 comentarios:

  1. El amor como bálsamo, como sublimación de una existencia gris; el amor que siempre nos salva y nos rescata -un instante le es suficiente-: de todo eso nos habla este hermoso relato.

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  2. se desbordo el sentimiento en este escrito. Que bien manejas la pluma amigo mío, felicidades y un abrazo lilia

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