jueves, 10 de septiembre de 2015

ATRÁS QUEDÓ TODO Sandra Mai



Todavía siento el frío en mi cuerpo, la humedad traspasaba mi ropa y el sabor de la sal del mar me desesperaba. Temía por mi vida y la de todos los demás. Recuerdo la expresión de una mujer en concreto, se aferraba a un lado de aquella patera, con sus manos clavaba las uñas, enterrándolas como garras de un buitre para no dejar escapar a su presa.
 
Hubo momentos sordos, mudos y momentos aterradores. Pareciera que el mar nos quisiera tragar,  llevarnos a las profundidades de su garganta borrándonos del mapa. Estábamos en sus manos y nos tambaleaba a su antojo, como si de títeres se tratara. Recuerdo que no dejaba de rezar y de pedirle a Dios, que nos diera una última oportunidad para volver a empezar. Una oportunidad para seguir viviendo, pero en otro lugar distinto al que pertenecía. Atrás quedaría todo..., sí, miedo tenía a no llegar y morir en medio del océano, pero más miedo tenía, a seguir viviendo en mi país natal.
La suerte, marca tu vida, tu camino y el destino y la fuerza hace, que tomes las riendas de tu vida y demuestres a la suerte, que eres tú y no ella, la que decide quedarse... O adentrarme mar adentro para cambiar aquel destino injusto, que me tocó vivir, sin yo quererlo.  Aunque en ello me fuera la vida.




1 comentario:

  1. Relato inspirado en una realidad cercana y actual, contado por una voz narrativa que vive en primera persona la dura experiencia de un éxodo hacia un futuro incierto, dejando atrás un presente aterrador.

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