jueves, 24 de septiembre de 2015

LA PUERTA Esther Morales



         –¡Qué fea y ruinosa estoy!  Voy a la peluquería a ver si un corte cambio la imagen.  No…, no… cortar no, color, que me pongan un color bonito…
         Y Rosa, dispuesta, entra por la peluquería.
         –No sé qué me dices, ¿tú qué opinas? –le pregunta a la peluquera.
         –Es que no sé, quiero un cambio, color nuevo, corte, mechas, ¿tú qué opinas?

         La peluquera, con toda su buena intención, le propone un cambio radical: cortar la melena, un color más luminoso, un cambio de raya.
         –Bueno, es que no sé si eso me quedará bien, ¿cuánto me saldría hacerlo?
         –Eso te sale baratito, más o menos ochenta euros
         –Bueno, es que no sé, no estoy segura, después de todo no me veo tan mal como estoy, ¿tú qué crees?



1 comentario:

  1. Esther, has dibujado muy bien el personaje que se te pedía: una persona indecisa, insegura, con falta de criterio propio. Muy buen trabajo. Ahora, eso sí, todavía estoy dándole vueltas al título. ¿Será por lo que la peluquera estuvo a punto de responder a la cliente? ¿Qué cogiera la puerta y se fuera por donde había venido?

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