jueves, 11 de febrero de 2016

DESCUBRIENDO Sandra Mai.






Salió a navegar aquella mañana
sin timón
y sin  que nadie  lo guiara.
Decidió partir al lugar donde las olas lo llevaran.
Le dio la cara al Sol y a la espuma blanca.
Se desvaneció entre arrullos y marejada.
Y entregando su cuerpo,
aquel barco de papel
descubrió que formaba parte

del todo y de la nada.



1 comentario:

  1. Grata sorpresa para mí fue encontrarme en medio de tu mundo poético, Sandra. Bonitos versos que me hablan de dejarse llevar por el fluir de la vida, disfrutando del hoy que es lo único cierto.

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