jueves, 11 de febrero de 2016

DR. JEKYLL Y MR. HYDE. Alicia Carmen.




            Mucha vacación y mucha información. He visto el noticiero de las 2 de la tarde, el de la 8 p.m., los diarios por Internet, el Informe Semanal, las Noticias de la Mañana. ¡Basta! Me dije un día porque estoy bastante decepcionada. Qué tristeza me embarga, a veces se me encoge el corazón cuando veo al Sr. Pelirrojo con su dedo acusador despotricando contra los hispanos y cualquier inmigrante que no sea de su agrado. En la otra antena están entrevistando al Sr. Tan Pulido y bien vestido, con su eterna sonrisa, haciéndonos sentir menos porque él se cree más, firmando no sé qué papel y dando un puñetazo en la mesa. En la otra cadena aparece un joven gobernante explicando algo sobre la bomba de hidrógeno.  Estas cosas me ponen con ganas de salir corriendo, de meterme debajo de la cama.
            En vista del terror que me producen estas noticias, me he preguntado: ¿A estos señores, quién los educó? Porque seguro tienen madres, esposas , hijas. ¿Por qué ser frío, duro e insensible es un rasgo asociado a la virilidad?.
            Menos mal que al llegar al día de reyes me topé con otra realidad: vi padres jóvenes y amorosos con sus hijos en brazos tan ilusionados como los peques esperando el paso de la Cabalgata.
            Yo ya había llegado a la conclusión de que la ternura, que es un sentimiento capaz de engrandecer a las personas, era sólo potestad de las mujeres.
            Y me vuelvo a preguntar:  ¿Por qué los hombres son tan reacios a dejar aflorar sus sentimientos?, ¿Por qué se les ha enseñado a domesticarlos hasta el punto de tener que negar su faceta tierna, sensible y vulnerable?.
            Con los días, las cosas han ido mejorando, hace poco haciendo zapping me encontré a un ser maravilloso que no esconde el hecho de tener un hijo minusválido, da un hermoso ejemplo, se muestra sensible y solidario y no por eso es menos hombre que aquellos que me han asustado. Hasta a un presidente vi llorar el otro día de impotencia por no poder ayudar.
            Algo bueno ha traído el exceso de información, ahora estoy más tranquila y pienso que: Dios bendiga a las personas que sin importarles su género se comportan como humanos.



1 comentario:

  1. Hay de todo en esta vida, como ha habido y habrá siempre pero, tal como concluyes en tu reflexión, es preferible quedarse con lo bueno que también abunda en este nuestro mundo.

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