jueves, 11 de febrero de 2016

OCURRENCIAS…DE MI ESPOSO Perla.





            Teníamos en La Laguna, frente a la plaza, un pequeño negocio familiar que se llamaba “La Casa de Darío”; el nombre de mi esposo.
            Les diré que él es una persona especial…porque es muy positivo y sus ocurrencias, que por cierto son muy graciosas, le salen de forma espontánea.
            Teníamos una máquina de asar pollos y él era el encargado de ese trabajo. Cuando los pollos que giraban en la máquina ya estaban algo cocidos, él les hacía un trabajo especial. Se ponía frente a la máquina y con dos cuchillos jamoneros, ¡¡enérgicamente!!, trinchaba la pechuga de los pollos para  luego  untarlos con un mojo especial preparado por mí a base de hierbitas y limón. Mientras se encontraba en esa tarea, entró una clienta habitual algo mayor y mirando a mi marido, le pregunta inocentemente : ¿Don Darío, qué les está haciendo a los pollos?. Mi marido la miró…y con la sorna que le caracteriza y la mayor seriedad y tranquilidad le respondió…: ¡Los estoy matando para que no se me vuelen a la plaza!
            La señora, muy seriamente, como si en realidad estuviese haciendo eso, le respondió ¡Ah…! Y entró en la tienda sin inmutarse. Yo y mi hija, que estábamos detrás del mostrador, no podíamos contener la risa.




1 comentario:

  1. Perla, he disfrutado mucho leyendo sobre las ocurrencias de tu marido. El buen humor y la risa es un aliado que deberíamos tener siempre de nuestro lado. Tu escrito me lo ha recordado. Gracias.

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