martes, 4 de noviembre de 2014

DIENTES Roberto.Es




        Compañeros de viaje en nuestro camino vital; únicos, personales e intransferibles. 
     Los hay blancos, espumosos, sin aristas, de perfectos contornos, que adornan francas sonrisas anacaradas.  Cuidados esmaltes arropados por labios enamorados, protagonistas de apasionados besos como amantes de Rodin.  También amarillentos, testigos de vidas trasnochadas, de bocas descuidadas, de sonrisas disimuladas tras dedos nicotinados.  Otros son negros, enfermos, que abandonan dolorosamente encías necrosadas; dueños de ojos amargos y tristes, de bocas pustulosas plasmadas en las traseras de las cajetillas de tabaco.
       Pero recordaremos…entrañablemente a aquellos que ven la luz por primera vez, rasgando nuestras vírgenes encías y que nos acompañarán en nuestros más tiernos años de vida.  Una noche, bajo la almohada, nuestros dientes de cuna se transformarán al amanecer en mágicas monedas, tras la visita de un cambista y simpático roedor de cuyo nombre todos queremos acordarnos.



3 comentarios:

  1. Tus dientes profusamente adjetivados, nos hablan de tu conocido dominio del lenguaje. Me gustan las referencias que invitan a la indagación para darle significado a lo que se cuenta, o al placer de añadir sustancia a lo que lees, si éstas te son conocidas.

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  2. ya es te echaba de menos.

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  3. tanto diente me confunde, que ya te echaba de menos.

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