jueves, 7 de febrero de 2013

MONÓLOGO de Zuleima Reyes




-         Han pasado los años y, a pesar de ello, aún te ríes.  Eres tan cobarde que te conformas con una mirada, un gesto o simplemente con que esté cerca de ti.  Ahora bien, sabes que se irá y tardará mucho en volver, tal y como antaño.  Volverás a mantener la boca cerrada, la mente reprimida por inútiles estereotipos sociales y la conciencia revuelta por obstaculizar a la verdad.  ¿Sabes sentir?

Él sacudió la cabeza en un gesto que asentía a su pequeña emisora, frágil y fuerte a un mismo tiempo, mientras ésta seguía sin detenerse.

-         Pues no lo parece.  Si sintieras algo, un ápice del dolor que yo siento, del amor que genero, de la felicidad que busco, sabrías que las cosas no son tan fáciles, que todo requiere un esfuerzo.
Tú ni siquiera te molestas en aparentar.  Las cosas no pueden seguir así porque el amor no dura lo que crees, un beso no lo arregla todo, ni tampoco destruye problemas.  Somos nosotros los que lo hacemos difícil.  Amar sin ser amado es duro pero amar para ser aparentemente correspondido, es terriblemente peor, ¿no crees?


El padre de aquella pequeña Emily de entonces entró en su habitación con lágrimas en los ojos recitando la frase “soy un cobarde”,  después de lo cual se largó para desaparecer hasta esta tarde.  Han pasado años, sí, pero aún lo recuerdo.



1 comentario:

  1. Zule, no quiero dejar de decirte que si con la edad que tienes escribes así, no dejar de hacerlo es una obligación que tienes contigo misma. Posees un don para la narrativa, no lo abandones nunca.

    ResponderEliminar

Nos gusta saber tu opinión, sea cual sea. Déjanos un comentario. Gracias