jueves, 12 de noviembre de 2015

VA DE CAFÉS Lilia Martín Abreu



INSTRUCCIONES PARA TOMAR CAFÉ    

         El día lunes por la mañana, usted está ante una raza de café con los brazos caídos a ambos lados de su cuerpo; uno es el derecho, otro es el izquierdo.  Levante suavemente el brazo derecho, ya que los lunes se aconseja utilizar ese lado para que empiece derecha la semana.  Ya el martes, toca el izquierdo, y así, el resto de la semana.
         Delante del antebrazo tiene usted su mano derecha, aunque no la ponga derecha, no, sino un tanto flexionada.  Estire un poco, no mucho, los dedos, para así sujetar con firmeza la taza, llevándola con sumo cuidado debajo de la nariz, para deleitarse al percibir el atrayente aroma que despertará sus sentidos.  Luego, bájelo sutilmente a la boca y disfrútelo lenta y placenteramente, a ser posible con los ojos cerrados, mientras está cómodo y sentado.  Se aconseja que sea negro y fuerte para que le mantenga despierto y activo y bastante estimulado para empezar la semana; estoy hablando del café, por supuesto.


PELIGROS OCULTOS DE TOMAR CAFÉ EN CASA DE LA SUEGRA

         Esa maravillosa bebida, estimulante y socializadora, es la primera que te ofrecen cuando llegas de visita a casa de tu suegra.  No es aconsejable rechazarlo en la primera invitación; tómelo aunque a usted no le apetezca y elogie su buen sabor, así se formará un vínculo de unión con esa encantadora mujer.  Caso contrario, al sentirse rechazada puede formarse un desorden emocional en la conducta de la señora, de tal manera que el día en que usted le pida café, ella lo estará esperando maliciosamente, para tomarse la revancha.
Ese día en particular es muy importante que esté precavido, ya que ella llegará muy amable donde esté usted sentado, para entregarle un café humeante y una sonrisa de triunfo en los labios: no se fíe.  Coja la taza con la mano izquierda, recuerde que es día jueves.  Tenga mucho cuidado, porque ese café suele estar hecho con fuego y mala leche, en el caso de ser cortado.
         Mucha concentración y alerta en este punto.  La suegra le entrega la taza, usted –alelado –mira ese inmenso pozo de petróleo crudo, espeso y humeante que mantiene en su mano izquierda, a la altura del pecho…En ese preciso momento, suba la alerta a su máximo nivel o le atacará su bien más preciado, su artillería pesada, diciéndole dulcemente: hijo, ¿me das la hora?




2 comentarios:

  1. Ingeniosa, divertida, con la chispa y el tono que te caracteriza, resalto una vez más tu capacidad para ironizar usando ese sentido del humor que te es propio. Magnífico!

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  2. Estoy deseando una segunda parte: la taza de café en casa de la vecina jijijijijijij

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