martes, 1 de octubre de 2013

ONCE LÍNEAS de Maruca Zamora




Iban a todas las partes del mundo y yo no sabía hacía donde me tenía que dirigir, si tendría que hacer enlaces con otros vuelos.  Pensar en cómo mover aquellas maletas tan pesadas me producía fatiga.  Al final, decidí hacer como los demás; tratar de salir de aquel infierno de gente, maletas, prisas e interminables filas.  De todas formas, en el momento del embarque, me equivoqué y en vez de el de Tenerife, cogí un vuelo a Teruel, se ve que no miré sino la primera letra y entré sin más al avión sin que nadie se percatara de mi equivocación.  Cuando la azafata habló, comprendí mi error pero ya ni modo,tenía que continuar el viaje y devolverme en el siguiente vuelo que encontrara. Logré llegar a mi destino: Tenerife y las once líneas impuestas para este relato.



1 comentario:

  1. Este relato estaba destinado a extraviarse y lo hizo. Lo rescato hoy para devolvértelo diciendo que me encantó como resolviste la tarea, mezclando equívocos y jugando con ellos y con el lector. Muy bien.

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