jueves, 28 de junio de 2012

¡BAILAR! de Esther Morales




Me gusta bailar.  Cuando era joven existían los bailes de fin de semana a donde iban las madres con sus hijas, a cuidarlas por supuesto.
Yo trabajaba los sábados hasta muy tarde y llegaba a casa muy cansada, sin ganas de bailes,  sin embargo, mi madre me obligaba a ir ya que mi hermana mayor no quería perderse ni uno.
-Yo no voy a ir al baile con lo vieja que soy y dejar a la joven en casa- me decía mi madre.
Así que, cansada y todo, no me quedaba otro remedio que obedecer.  Por eso, había de pasar muchos años para que le cogiera sabor a los bailes.
Hoy en día, me gusta bailar de vez en cuando, con un buen bailarín…, es decir, con hombre y pegado porque, como dice la canción de Sergio Dalma, bailar pegado es bailar.

1 comentario:

  1. Disfruto mucho leyendo historias que, como ésta tuya, vienen dadas de mano con alguna anécdota personal; memorias pasadas llenas de autenticidad.

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