domingo, 18 de septiembre de 2016

PRESENTIMIENTO Maruca Zamora.



         No sé, pero he amanecido con el presentimiento de que algo muy grave va a sucederle a este pueblo. Veo a los vecinos alterados e inquietos; esperemos que no pase nada.
         Bueno, yo a lo mío, que a río revuelto ganancia de pescadores, voy a averiguar lo que me falta para ir a la ciudad a comprar las telas, botones, encajes, ya van a empezar las fiestas del pueblo y tengo algunos encargos. La primera, la esposa del alcalde que mandó a hacer el diseño del traje a París para que yo se lo haga, así nadie lo lleva igual (tan sencilla que es ella), siempre quiere ser el centro de las fiestas. Luego,  el vestido de la señorita maestra, y qué señorita,  la veo yo muy salida del tiesto.  Bueno,  a mí lo que me importa es que se hagan vestidos, la vida de los vecinos no me preocupa, eso se lo dejo a la ventera o a la del kiosko  que lo averiguan todo, les encanta un chisme, y las otras son unas beatas que van a la iglesia a contarle al señor cura su vida en confesión; no sé yo si el señor cura será de fiar, yo por si acaso no voy a confesarme así nadie sabe mis historias.
         Voy  a ver si el señor alcalde me lleva en su coche a la ciudad ya que probablemente él tenga que ir a hacer alguna diligencia, casualmente al mismo tiempo que yo y así hago varias cosas a la vez y regreso  más contenta que unas pascuas y a seguir con mi rutina.

         Visto lo visto, al parecer aquí no ha pasado nada, todo funciona bien pero este pueblo es un avispero, se lo digo yo.



1 comentario:

  1. Vaya, vaya, con esta costurera que lo sabe todo pero no sabe nada. Este relato colectivo ha resultado ser todo un acierto, pues de él han salido cosas muy buenas, como la tuya, por ejemplo.

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