jueves, 15 de septiembre de 2016

LA AMISTAD. Esther Morales.





            Hace algunos años unas cuantas amigas nos reuníamos para estudiar la cábala. Éramos unas cuantas personas en busca de las verdades de la vida, verdades, inquietudes místicas y esotéricas que la iglesia o mejor dicho el cristianismo no ha sabido responder con claridad.
            De esas reuniones aprendí muchas cosas y sobre todo el arte del diálogo, en contraposición a lo que en ellas sucedía, por allí  sólo existía un monólogo de la anfitriona de la casa, ya que ella era la única que se pasaba dos horas seguidas hablando  sin parar sin permitir que otro interviniera.
            Entre otras cosas me quedó una gran amistad. Amistad que valoro mucho, que ha perdurado con el tiempo  y se ha reafirmado en varias ocasiones.
            Salimos a hacer alguna que otra locura, junto con otra amiga; como ir al Teide de noche a descubrir el rosal o meditar en Mesa Mota o brindar por el año nuevo después de las 12 de la noche, muertos de frío, tomar una copa en el Ábaco y bailar  el paso doble Islas Canarias en su patio Colonial.
            Quiso la vida y nuestro eterno buscar que nos alejáramos unos de otros. Pero  como nuestros deseos se cumplen, uno de los tres se casó, realizándose sus peticiones. En esa boda volvimos a encontrarnos para continuar nuestra amistad. Es un orgullo para mí compartir este taller de Literatura con este gran amigo y su intelecto.
            Gracias Juan Pedro.





1 comentario:

  1. Bonita semblanza de una amistad que perdura en el tiempo, pese a las distancias que la vida y su devenir pone a veces entre las personas. Feliz estoy de que el punto de encuentro sea cada jueves a las siete, en nuestro Taller.

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