jueves, 15 de marzo de 2012

METAMORFOSIS de Lilia Martín Abreu



               La sombra de un moral daba posada a una familia de orugas.  La más pequeña de ellas no estaba muy orgullosa con su apariencia por lo que se la pasaba contrariada.  No se conformaba con su aspecto verde insecto.  Sus hermanas, regordetas de tanto comer hojas del moral, no la comprendían y con frecuencia se reían de ella.
La pobre oruga vivía una existencia triste y desolada, tanto que se refugio en un rincón a llorar sus penas.  Fueron tantas sus lágrimas y tanto el sentimiento con el que las derramaba que el llanto la cubrió y, como por arte de magia, se convirtió en un capullo y en él permaneció en silencio y en la oscuridad más absoluta por un largo período de tiempo.
Un día, todo se transformó, bajo la mirada atenta y embelesada de sus hermanas.  Del capullo emergió misteriosamente la figura altiva y majestuosa de una mariposa.  Sí, ¡una hermosa mariposa! que revoloteaba mientras se miraba, explorando su cuerpo reflejado en un limpio arroyo.  Al fin le gustaba su aspecto y era tanta la felicidad que sentía que su único deseo era cantar y cantar hermosas canciones todas las tardes para que todo los que la escucharan, supieran que ya no lloraba y lo feliz que era con su nueva imagen.


3 comentarios:

  1. El sueño perseguido por los faltos de autoestima, convertirse en mariposas de bella apariencia y dulce canto. Muy bien narrado, como siempre, Lilia.

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  2. Excelente!, bien por la mariposa, lo malo es que ahora se haga una mariposa presumida!!!. un besote mi hermana! TQM

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  3. En este mundo que nos ha tocado vivir,
    muchas orugas quieren ser mariposas,
    un beso Carmen.

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