jueves, 29 de octubre de 2015

DESNUDOS Lali Marelino.




            Un diálogo entre un filósofo y un economista les llevó a la conclusión de que los dos tenían razón. Isidro, que los escuchaba sin opinar, pensó:
-No es lógico que cuando se plantea una cuestión, ambas partes se queden conformes con que las dos opciones pueden ser válidas, existen más posibilidades.
            Jesús, el filósofo, de aspecto desaliñado, robusto y coco agraciado decía que:
-La desnudez psíquica es más importante que la física, porque ahí en la mente radica la madre de todas las libertades, yo jamás me desnudaría físicamente delante de alguien, porque la naturaleza no fue muy espléndida con mi cuerpo físico.
            Sin embargo, Francisco el economista, un personaje un tanto tétrico y oscuro, pensaba y opinaba de esta manera:
-Al admitir la desnudez física, tu mente está suficientemente abierta para aceptarla. Tanto filosofar, que si mente, que si cuerpo, da igual, porque hay gente totalmente pobre de mente que desnuda su cuerpo con una facilidad absoluta, sin importarle los prejuicios.
            Quien escuchaba, reflexionó y opinó sobre el tema:
-No me parece, ni veo con buenos ojos que la gente desnude su cuerpo ni su mente del todo. Es conveniente dar a conocer sólo lo que te interese, porque así estarás y serás más vulnerable a cualquier desaprensivo.
                        La realidad es que los tres pensaban igual.

-¿Hay algo más puro que dos cuerpos desnudos, mirándose, acercándose, sintiéndose, amándose…, o simplemente, disfrutándose?.




1 comentario:

  1. Profunda y sin duda interesante conversación, sobre la desnudez en sus aspectos literales y figurados y, contestando el interrogante planteado en las dos últimas líneas: coincido en que no, no hay nada más puro que dos cuerpos amándose…

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