miércoles, 2 de abril de 2014

MARTINA de Alicia Carmen


Hoy me han dicho que Martina ha fallecido, pero no, no es verdad; ella había dejado este mundo hace muchos años cuando, poco a poco, se sintió apartada.  Ya no era imprescindible, pues lo había entregado todo: su salud, su amor, su vida entera.  En sus peores momentos de soledad, levantaba el teléfono, aunque fuese sólo para oír: le informamos que no tiene ningún mensaje.
Martina nunca encajó en ese nuevo entorno que se fue creando a su alrededor; nada de esplendor y riqueza.  Ella era humilde y así prefirió mantenerse, aunque cada día se sentía más triste.

¡Qué sepelio solitario! Casi nadie estaba allí, quizás por vergüenza o ¿arrepentimiento?.  Aunque soy dueña de una importante empresa, no me importó perder ese día una reunión con los más altos ejecutivos del país, y me alegro, porque me entregaron este retrato tan sencillo como ella misma y también los zapatos de charol de Martina, que brillan de nuevo a través de mis lágrimas, al recordarla cuando me enseñó la palabra: abuela.

2 comentarios:

  1. Yo, que le tengo un especial cariño a este personaje de mi libro de relatos Huéspedes de la lluvia, me emociono, al leer de tu pluma, como desgranas el porqué de su melancolía, la razón de ese sentimiento de profunda soledad de Martina. Es del todo gratificante para mí descubrir a mi Martina a través de tu mirada. Un abrazo, Alicia.

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  2. Emotiva tu martina Alicia. con un trasfondo de tristeza y soledad, muy bien contado, te felicito.

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