viernes, 11 de noviembre de 2011

DINOSAURIO FANTASMA de Angélica Camerino

(Jugando con Monterroso)

DINOSAURIO  FANTASMA


“Cuando despertó, todavía el dinosaurio estaba allí”. Escribió esa frase en su ordenador y se fue a dormir. Ese día había sido muy pesado y literariamente improductivo. Todo el día sentado en su escritorio y sólo esa  oración había salido triunfante. Las otras pocas que lograron brotar, no corrieron con buena suerte y fueron desechadas al instante de haber emanado. Tenía fecha límite con la editorial y no podía postergar más su entrega. Sólo un relato, un mísero relato era el necesario para finalizar su libro… “Tantos años dedicados a escribir, tantos lugares recorridos y sólo me viene a la mente la historia de un dinosaurio. Cuando Suso me llame mañana y le cuente, primero se va a reír, y después, va a querer matarme con el cable del teléfono. Enseguida me dirá: "pero si acordamos que hoy me entregarías el libro finalizado, ahora me sales con fantasmas y dinosaurios". ¡Ese  Suso!, hasta su forma de regañar es aburrida y anticuada; no tiene ingenio ni para la ironía… y es mi editor…”, pensaba mientras se acomodaba bajo las sábanas y se disponía a dormir. Al día siguiente, cuando despertó, el dinosaurio seguía allí, en la pantalla de su ordenador, pero esta vez ya no le preocupaba ni horrorizaba… el relato estaba terminado.



1 comentario:

  1. Indagar, construir historias a través de otras conocidas, haciendo de la literatura un juego además de intelectual, divertido. Muy buena tu respuesta a esta propuesta del Taller, Angélica.

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