jueves, 10 de diciembre de 2015

ESTAFADA Maruca Zamora


Abrí compulsivamente tu carta, presta a sucumbir al deseo de reunirme contigo.  Mientras la abría, soñaba con ese momento que pasó por mi mente tan rápido como un rayo de luz.  Me llevé un disgusto al comprobar que se trataba de una despedida muy cordial, pero muy fría; habías encontrado otro amor y pensabas seguir ese nuevo camino, en el que yo no tenía cabida.
Me senté y comencé a analizar mi vida.  La había dedicado enteramente a ti y ahora me sentía sola, abandonada, engañada.  En un acto de rebeldía, me llené de valor pensando que debía tratar de rehacer mi vida, que el mundo no se acababa, aunque sabía que me costaría dolor y sufrimiento, ya no era tan joven, y el tiempo había pasado, me sentía estafada y vacía.
Pese a todo, me prometí salir de este paso, por dignidad y orgullo lo voy a lograr.  Empiezo en este mismo momento.  Has dejado de existir para mí.





1 comentario:

  1. Me gusta que con el punto final de este relato, comience otra historia, que aunque no esté escrita, quien lee vislumbra como un camino nuevo, abierto a la ilusión y a la esperanza.

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