miércoles, 4 de diciembre de 2013

¿VACACIONES? de Lilia Martín Abreu




Por culpa de aquellas vacaciones, Pedro dejó de hablarle a Juan durante un tiempo indefinido. Empezaba abril, cuando estos dos amigos inseparables por años, decidieron organizar unas vacaciones juntos, como tantas otras veces y compraron unos billetes para viajar a Italia en el mes de julio.  Allí los esperaría Antonio, un magnífico camarada que estaba estudiando en ese país.  Los tres juntos convertirían esas vacaciones en una experiencia inolvidable.
Ya avanzado mayo, Juan recibió una carta donde le notificaban que era  beneficiario de una beca para estudiar idiomas, por lo que debía incorporarse en el mes de julio.  Juan, emocionado con la noticia, se lo comunicó rápidamente a Pedro y éste, en vez de alegrarse por su amigo, estalló en cólera.  Sólo atinaba a preguntarle que iba a pasar con las vacaciones que tenían organizadas.  Juan le contestó que no había inconveniente, sólo las aplazarían por un tiempo, o que viajara solo, que Antonio lo estaría esperando.
A Pedro, esa prórroga no le gustó y viajar solo mucho menos, así que le exigió a Juan que cumpliera con lo acordado y si no… que le pagase el costo del billete.  Juan calibró aquellas palabras, lo miró fríamente, se dio media vuelta y se marchó.
Así terminó una amistad que nunca más se recuperó.  Y todo 

1 comentario:

  1. El egoísmo juega malas pasadas. Deshacerse de la ilusión es, a veces, tarea difícil. Alegrarse de los logros de los demás como de los suyos propios, es cosa de almas generosas, alejadas de toda mezquindad. De todo eso me habla tu relato, Lilia.

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