jueves, 3 de marzo de 2016

SIEMPRE RECORDARÉ… Juani Hernández




         Solía odiar el descaro con el que algunas personas utilizaban la información para hacer juicios de valor y así manipular los sentimientos, con fines difusos y banales, sin embargo, algo ha hecho que esta tarde empiece a verlo de otra manera.  Sí, la verdad, me ha gustado la charla de este psicólogo y sus investigaciones sobre el comportamiento humano y la fragilidad de una personalidad de baja autoestima.  Sí, es cierto que todos manipulamos, incluso queriendo hacerlo con la mejor intención, sin pararnos a pensar en las posibles consecuencias de nuestros actos o palabras, que no solo podrían causar el sufrimiento, sino la destrucción de una amistad que tarda años en consolidarse… como aquella…
          Entonces recordé que, juntas, habíamos afrontado situaciones difíciles, apoyándonos la una en la otra, y las risas incontenibles por acontecimientos absurdos con final feliz.  Pero, mira por donde, la casualidad o la suerte hizo que una de las dos destacara de alguna forma en algo insignificante, nada digno de mención, en una actividad que ambas compartíamos y que habíamos empezado a practicar con ilusión porque nos divertía  y…
         Pues sí, no faltaron los bienintencionados que manipularon la situación creando así más incertidumbres y distanciamiento, en lugar de mediar con sensata balanza,  justo razonamiento,  sentido común y generosa comprensión.
         La pena que produce el juego de la manipulación y, en este caso, sin fundamento, es honda.  Algo de lo que, desde hoy, me cuidaré muy mucho porque, pareciendo inofensivo y de criterio, es ¡destructivo!


1 comentario:

  1. Esta voz narrativa en primera persona nos dibuja el lado claroscuro de las relaciones humanas, lleno de malentendidos, de ocultas intenciones, de manipulaciones, cosas que dejan siempre estelas de dolor

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