…una mañana al levantarme viera que soy otra?. Supongo que, en principio, tiene que ser toda
una sorpresa, además del gran susto que me llevaría.
Te levantas, pasas al baño y, al ir a lavarte los dientes, te
miras al espejo y no te encuentras. ¡Jo! ¿Qué pasa aquí?. Lo que se refleja es la figura de un hombre y
yo soy una mujer. ¡Por dios! ¡Que alguien arregle esto! Me acosté siendo una fémina y lo que veo en
el espejo es un hombre. Verifico que
solo se me ha transformado la cara, el resto de mi cuerpo sigue siendo
femenino.
Mientras tanto, sigo cadáver, angustiada preguntándome ¿Qué
hacer? ¿qué es lo que ha pasado? Me tiro
de los pelos de la barba y de la melena que sale de mi cabeza, que no es mía.
De pronto, alguien enciende la luz y empapada en sudor, me
despierto. ¡Qué bien! Era un sueño...
Una pesadilla más bien. Espero que no lo hayas tenido por mi culpa porque es lo que suele pasar cuando uno juega con hipótesis fantásticas. Es broma. Buen trabajo
ResponderEliminarQué a gusto se quedo cuando desperto, un relato muy bueno.
ResponderEliminarUna narracion fantasticamenta aterradora solo espero que no se haya mutado la simpatia del personaje.
EliminarRoberto.
Ay Mercedes, que susto que pasaste, me pongo en tu lugar. Alicia
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