Estoy en mi pasado. Me paseo por él. Sé exactamente donde voy, de la misma manera
que conozco para qué. De nuevo aquí,
bajo la fría lluvia que cae constantemente sobre mis cabellos. Noto como la ropa se empapa sobre mi cuerpo
entumecido y como tú me sostienes entre tus brazos fuertes, mientras acaricias
mi rostro diciéndome cuánto lo sientes, que no te ha dado tiempo de reaccionar
y que la situación se te ha ido de las manos.
No siento la noción del tiempo, ni siquiera recuerdo qué ha sucedido;
sólo escucho el estridente ruido de las sirenas: ellas me anuncian que soy la
protagonista de un trágico accidente. De
pronto, me acuerdo de que me habías
dicho que ya no me querías, que todo había acabado entre nosotros y entonces
veo como me abalanzaba hacia el volante del coche de manera inconsciente, provocando así este grave accidente. Y yo me pregunto… ¿en qué momento dejaste de
quererme?, ¿cuándo pasó?, ¿de qué manera sucedió?. ¿ Acaso he sido culpable por
amarte tanto o por no darme cuenta de que te alejabas?. Tus ojos me revelan el dolor que sientes.
Enseguida comprendo que ya no me quieres y …¿qué voy a hacer yo, sino dejarte
ir?... Como ayer, no puedo retenerte.
Viajé a aquel instante para
constatar que, ya entonces, solo nos unía la tragedia que acababa de
ocurrir. Allí quedó todo, en el
pasado. Ambos hemos empezado de nuevo,
aunque por caminos diferentes…
Viajar al pasado para entender el presente; aprender que seguir adelante es ¡la vida!; se sobrevive siempre, también del terrible accidente del desamor y de las despedidas. Buen trabajo.
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