Mi
muy querido amigo Simón:
Te
escribo esta pequeña nota para avisarte que iré pronto a verles; lo haré en
verano, cuando haga calor.
Me
saludas a Simoneta y dile que espero que los tres juntos pasemos un rato
tumbados al sol, allá en el Roque Chico para, desde allí, contemplar ese mar
tan azul y esos paisajes de rocas que tiene el roque a su alrededor. Allí vive tu familia: padres, tíos, primos y
amigos, ya que, según me has contado, hace muchos años que llevaron a tus
abuelos a otro país. Recuerdo también
cuando me dijiste que a otras familias de lagartos, las han llevado a unos
parajes muy bonitos como El Julán, cerca del mar de Las Calmas, y a una linda
residencia en el Valle del Golfo, donde los cuidan con mucho cariño y esmero.
Pienso
acompañarte a visitarlos a todos y también quisiera que bajáramos, como en
otros tiempos, el risco de Tivataje, que almorcemos en el camino esos ricos
serrajones y verodes que tanto te gustan, bajo el sol abrasador del mediodía.
Bueno,
te buscaré en los Roques de Salmor, exactamente en Roque Chico, donde sueles
estar tumbado al sol con Simoneta.
¡Hasta
pronto!
Se
despide, tu amiga
Carta-relato que sirve de homenaje a unos queridos habitantes de El Hierro, los lagartos que moran en uno de los lugares más mágicos de nuestra isla: Los Roques de Salmor.
ResponderEliminarMuy prometedora la visita a Simón y Simoneta
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