Me despierto como en un sueño…, siento un golpe
brusco; ese ha sido mi primer golpe en la vida; después de ese vendrán muchos
más…
El doctor contiene el aliento: yo no lloro. Mi madre se incorpora mirando con los ojos
muy abiertos. Yo no quería nacer y ella
me ha empujado…
Al final, lloro.
No porque me duela nada, sino porque estoy en la vida. He abandonado aquel reciento cálido y suave
en el que flotaba… He dejado la
comodidad, la tranquilidad para venir a lo desconocido, un mundo nuevo…, frío y
hostil, como esta sala, como este suelo duro en el que…me golpeo la cabeza…
Desde entonces, sufro de fantasías, sueño que estoy en
otros mundos, trato de evadir las realidades pues sé que son duras como aquel
golpetazo…
Mi madre me mira como diciendo "mi niña", yo la miro con el ceño fruncido y...pienso..."pues ya te enterarás de lo que has hecho". El médico se siente un héroe, el pobre, si el mérito es mío, que lloro para complacerles... Estos mayores quieren una niña sumisa... ¡ya empezamos! ¡me las pagarán! Je je...
Mi madre me mira como diciendo "mi niña", yo la miro con el ceño fruncido y...pienso..."pues ya te enterarás de lo que has hecho". El médico se siente un héroe, el pobre, si el mérito es mío, que lloro para complacerles... Estos mayores quieren una niña sumisa... ¡ya empezamos! ¡me las pagarán! Je je...
Genial microrrelato. Has sabido elegir la voz y el tono narrativo más favorables para contarnos la historia de este golpe iniciático. Me ha encantado.
ResponderEliminarTu relato me ha parecido muy ingenioso , felicitaciones. Alicia
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