LA MAGIA
Mientras agonizo puedo ver la silueta de tu cuerpo reflejado en mis persianas. Puedo intuir tus besos, tu mano firme y suave sobre mi rostro. A veces, siento tu voz susurrándome que todo va a estar bien, que esto no es más que una pesadilla.
Hay noches de insomnio que preceden mañanas aún más yermas y se me hace tan duro intentarlo, seguir aquí. Pero, escucho tus pasos acercarse por el pasillo y me compongo, no me resisto, me mejoro y escribo. No sé qué especie de magia operas en mí pero, tiene efectos inmediatos.
Sin embargo, esta noche es diferente. Hoy no me apetece sentirme embrujado por la cadencia de tus pasos. Comienzo a presentir que la fuerza te la he dado yo, que tu magia opera porque te lo permito. Arrojo los lápices y la máquina por la ventana. Ya no quiero más letras, renuncio a ellas.
Ahora trato de intuir nuevamente tu mano pero esta ve ya no me tocas.
Enigmático relato lleno de interrogantes en medio de un lenguaje poético y sugestivo. Yo creo ver en él la magia de ida y vuelta que tan bien conoce quien escribe.
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