jueves, 4 de octubre de 2012

NO TENGAS MIEDO de Alicia Carmen




Ahora si es verdad que he metido la pata.  No sé por qué tengo que ser tan distraída y me da rabia ser la hermana mayor.  Claro, por eso mi madre, siempre tan ocupada, me ha mandado a mi a la panadería.  Pero, señor, si nos acabamos de mudar, es casi de noche y ahora no recuerdo el número de la nueva cada.  Qué fastidio, no sé si tengo que agarrar para la izquierda o la derecha, Ave María, qué susto, creo que me he perdido.  Por lo menos, la panadería la encontré y aquí tengo mi pancito divino y calentito pero la casa, sabrá Dios.  Le preguntaré a esta señora que pasa con una niña y seguro me indicará; tiene cara de buena gente.  Yo sólo recuerdo que la casa está pintada de rosa y el número no estoy segura pero creo que empieza por 7. Córchole, vale y por qué esta doña me mirará así, será porque me ve muy asustada y para completar me dice que en esa calle no hay ningún número 7.
Dios mío, dame una luz.  Si estuviera aquí mi maestra, me ayudaría.  Creo que le caigo bien.  El otro día, cando me mandó a la dirección con unas notas, seguro me puse colorada y ella me dijo: No tengas miedo, el director no se come a nadie, deja a un lado la timidez, tú puedes hacer más cosas de las que crees.  De solo pensar eso, estoy más calmada.  Respiro profundo, miro hacia arriba y veo a mi madre en su balcón haciéndome señas.  Aunque está un poco lejos, estoy tan feliz que o la oigo o adivino que me está gritando.
-¿Qué? ¿Te has perdido, verdad?
-No, que va, sólo conversaba con esta niña que es mi compañera de clase.



1 comentario:

  1. Excelente relato/monólogo en un difícil presente en proceso que tú has sabido resolver francamente bien. Verosímil además, esa voz adolescente desde la que se nos cuenta. Muy bien, Alicia

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