jueves, 12 de julio de 2012

ESTAR SIN BLANCA de Carmiña Gohe



                                                                                
Una tarde, hablando con una amigo, éste me comentó que no podía estar sin blanca.  Yo le dejé hablar porque entendí que él necesitaba relajarse.  Mi amigo siguió diciéndome que le era imprescindible y que no iba a poder vivir de esa manera por mucho tiempo, que tenía que hacer algo para salir de aquella situación.  Mientras tanto, yo seguía poniendo atención a todo lo que me decía hasta que el momento en que me dice que su esposa se había ido de casa.
- ¡Vaya Juan!, eso no cabe duda de que es doloroso, es mucho peor que estar sin blanca, desde luego- le dije intentando darle ánimos de alguna manera.
-Pues eso es lo que te he venido diciendo, que Blanca, mi mujer, se fue de casa y que no puede estar sin ella.

2 comentarios:

  1. Excelente relato. Ingenioso y con un final inesperadamente divertido

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  2. El final me ha gustado mucho, felicitaciones

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